—Vaya, Camila— Suspiro.

—Mira, yo también puedo cortejar —Dice sonriendo mientras tomamos asiento.

—Gracias por esto.

Ella sonríe dulcemente, despliega su elegante servilleta y la estira sobre su regazo.

Mi corazón está tan lleno mientras la veo llenar nuestras copas de vino. Son todos los pequeños detalles de lo que ella ha hecho por mí los que me dicen mucho.

Nos tomamos nuestro tiempo y saboreamos la cena, a pesar de un zumbido nervioso. Hay una corriente de electricidad crepitando a través de nosotras solo ligeramente silenciada por el vino y sus toques relajantes. La semana de Woo ha sido todo lo que esperaba y más... Pero con gran pesar, ambas sabemos que pronto llegará a su fin.

Cuando nuestros platos son apartados, finalmente nos enfrentamos al elefante que se avecina en el patio.

—¿Cómo te sientes para mañana?— Pregunto, tratando de disimular mi ansiedad.

Mira hacia abajo y veo que la oscuridad cubre su expresión.

—No genial,— admite ella.

—¿Qué es lo que más te preocupa?

—Bueno, obviamente no tengo muchas ganas de tener mi conversación con Arnauld. No va a ser divertido.

Asiento y espero por más.

—No le gusta cuando no se sale con la suya.

Me siento en silencio, mirando mi copa de vino antes de tomar otro sorbo.

—¿Qué crees que dirá?

—No estoy segura. Su manipulación puede tomar diferentes direcciones.

—Estás lista para eso. Quiero decir, estás segura de lo que quieres, ¿No?

—Sí, por supuesto.— Toma mi mano entre las suyas. —Solo tengo que lidiar con él y acabar con esto.

De repente me imagino a Camila con Arnold y se me cae el estómago. Una semilla de miedo está plantada, creciendo a través de mí salvaje e indómita. ¿Qué pasa si él dice algo que la asusta lo suficiente?... ¿Lo suficiente como para que no esté tan segura después de todo?

Sintiéndome nerviosa, empujo mi silla hacia atrás y me levanto, caminando hacia la barandilla. Tomo una respiración profunda tratando de calmarme mientras miro la vista.

La siento acomodarse a mi lado.

—¿Estás bien?

—Estoy nerviosa— Lo admito. —No quiero que tengas que pasar por esto. Me vuelve loca cómo trata de manipularte.

—Lo sé— Admite ella. —Pero necesito terminar esta conversación con él para que podamos seguir adelante.

Me giro y la miro. Ella necesita entender cuán serio es esto para mí.

—Camila, sabes cuánto te amo, y ahora que sé que tú también me amas, todo ha cambiado. No puedo compartirte con él ni fingir ante el mundo que no eres mi chica. —Respiro hondo e imagino que la vida sigue como antes, como si nada. Niego con la cabeza. —Simplemente no puedo.

—Yo tampoco quiero eso— Dice en voz baja.

Sé lo que hay que decir.

—Esto tiene que ser... Un fin para Arnold y un comienzo para nosotras. Si no es...

—¿Sí?

—No puedo simplemente sentarme y mirarte con él, sabiendo que me amas. Tienes que hacer una elección. Es la única manera para mí.

Comic (Camren)Where stories live. Discover now