Capítulo 9.

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Era viernes por la noche, faltaba un día para presentarme por sorpresa en casa de mi hermano.

Después de una semana repasando lo que le diría, apuntando las palabras correctas en mi diario y tachándolas inmediatamente, ya lo tenía todo calculado. Mañana al medio día cogería un taxi que me llevaría a la calle donde vive mi hermano, tocaría al timbre y diría: "hola, soy tu hermana Alice, ¡sorpresa!" y él, como buen hermano, me dejaría subir a su piso para charlar y pasar el día juntos. Al cabo de un rato le preguntaría disimuladamente por Josh y, conforme su reacción, iría directa al grano o disimularía al preguntar qué era lo que todos me escondían. Por ahora, eso era lo que tenía planeado hacer.

Me llegó un mensaje de Leah que me sacó de mis pensamientos.

 

¿Estás viendo la peli?

Como no iba a verla si había estado todo el día diciéndome que me encantaría.

Claro. Aclárame una cosa, ¿desde cuándo los números también se consideran nombres?

 

¡No es su nombre real, es un apodo! Y es perfecto.

 

Cuatro. Imagina que tu novio se llamara Cuatro. O Cinco. O Seis.

 

Solo a Tobías le queda bien un número.

 

¿Quién es Tobías? ¿No te gustaba Logan?

 

¡Es el chico de la película! Enserio, ¿la estás viendo?

 

Que sí. Es que es un poco rara.

 

Mi amiga era bastante fanática de Gentediver. Perdón, Divergente. Era un nombre raro. Se había leído los tres libros y visto cientos de veces las dos películas. Estoy segura que sabría recitarme todos los diálogos. Le gustaba casi tanto como Ed Sheeran. Y eso ya era decir. Pero, quitando la película, me había quedado con que no me había negado que le gustase mi hermano.

Mi madre se sentó a ver la película conmigo.

-¿Por qué no dejas un rato el móvil?-me dijo.

A regañadientes, lo dejé a un lado.

-¿Qué estás viendo?

-Divergente.

-¿De qué va?

-De una chica que... pues... es divergente y quieren matarla, o algo así.

No había sido la mejor descripción, pero no era mi culpa no entender la película.

Mi madre alzó una ceja y, acomodándose en el sofá, se puso a ver la peli.

En silencio, con las voces de los actores de fondo y la banda sonora, me puse a darle vueltas, por décima vez, a la conversación que había tenido aquella semana con Emma en los aseos. Había estado mirándome peor de lo normal durante el resto de la semana. En las clases, en los pasillos, en el aparcamiento... allí estaba Emma para mirarme con odio, recordándome sus palabras.

-Alice-dijo de repente mi madre.

-¿Qué?

-¿Qué tienes pensado hacer mañana?

Amnesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora