05_ Cuento de terror

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Eda miraba con una ceja levantada a los tres adultos quienes tenían una sonrisa en el rostro.

- ¿Que diablos hacen aquí?- refunfuño sobandose el puente de la nariz.

- ¡Lenguaje!

Reclamo Luz tapandole las orejas a Mary, ha quien llevaba en su cangurera.

- Ugh, lo siento, pero enserio, ¿que hacen aquí?

- Venimos a visitarte.- sonrió Hunter y Emma, quien estaba en sus brazos, asintió.

Eda entrecerro los ojos, fulminandolos con la mirada.

Su hija, jamás llegaba a la casa búho sin antes avisar.

- Confiesen.- hablo con enfado la bruja, haciendo que los tres adultos se pongan nerviosos.

Luz, Hunter y Gus se miraban entre ellos para saber quien iba hablar, Azura al ver que no se decidían decidió intervenir.

- Venimos por qué en casa hay una cucaracha, el tío Hunter tiene prohibido poner un pie en su casa y el tío Gus tiene un apartamento de soltero.- explicó la morena y Eda asintió en respuesta.

- Por eso vinieron aquí.

- Si, además nos gusta pasar tiempo contigo.

Azura sonrió de una forma encantadora, cautivando a Eda quien la alzo con su único brazo.

- Awww, a mi también me gusta que estén aquí, así podré enseñarles  como abrir una ceradura con un solo lápiz.

- ¡Siiii!

- Bien, pasen.

Ordenó Eda bajando con cuidado a su nieta, todos entraron y se sentaron en el sofá.

- Okey, como no tengo tantas habitaciones, Azura, Mary y Emma dormirán en la antigua habitación de Luz.- sentenció y las tres menores asintieron.- Ustedes dormirán en la sala.- señaló a los adultos.

- Nooooo.- se quejaron al unísono.

Eda simplemente rodo los ojos y se fue a la cocina ha prepararles algo de comer a sus nietas.

- Me va a doler la espalda.- se lamento Hunter.

- Tranquilo, pudo haber sido peor.- lo consoló Gus dándole unas palmaditas en la espalda.

- Si, tienes razón.





En la noche.

- Y entonces, el demonio sin cabeza apareció delante del joven brujo, quien pensó que era un demonio normal, pero se equivocaba, ese no era un demonio normal... claro que no... ¡Era el coleccionista de cabezas!

Grito Azura, asustando a los adultos, Luz, Gus y Hunter se abrazaron asustados, y Eda trago saliva con dificultad al igual que Raine, mientras Emma y Mary veían aburridas a Azura.

- Y así fue que el joven brujo se encontró con el demonio sin cabeza y nunca más volvieron a saber de él. Fin.

Finalizó Azura con una inocente sonrisa, mientras los adultos salían de su estado esputefacto.

- Oh, wow, jaja.- rio nerviosa Luz separándose de los dos traumados brujos.- N-No sabía que te gustaban las historias de terror, cariño.

- Son interesantes, mamá.- ensanchó más su sonrisa.

- Si, bueno... Creo que ya es hora de dormir.

- Pero me falto la historia de la bruja que llora por la noche.

Azura hizo un pequeño mohín en sus labios.

- Tu mamá, tiene razón, Azura, es hora de dormir, mañana puedes contarnos esa historia.- Eda sonrió nerviosa.

- Por favor no.- murmuró Raine con miedo.

- Bien, vamos pequeñas, las alistare para que duerman.

Luz cargo a Emma y Mary y se las llevo a su antigua habitación, siendo seguida por Azura. Al llegar, les lavo los dientes, les puso una pijama y las arropó en una cama.

- Descansen, avísenme cualquier cosa.

Dijo Luz dándole a cada una un besito en la frente.

- Buenas noches, mamá.- Azura sonrió.

Mary y Emma hicieron los mismo y cerraron sus ojitos.

Luz les dio una cálida sonrisa, para luego levantarse y cuando estaba apuntó de salir, la voz de su hija la detuvo.

- ¿Mamá?

- ¿Si?

- Ten cuidado con el demonio sin cabeza.- y cerro sus ojo, dejando a su madre muy nerviosa.

¡¿Por qué dejó que Viney sea su niñera esa vez?!

Tragando saliva con dificultad, salió de la habitación y cerró la puerta, para luego dirigirse a la sala. Se sorprendió al encontrar a un Hunter clavando las puertas y ventanas y un Gus sosteniendo una cruz mientras miraba a todos lados.

- ¿Que hacen?

- ¿No es obvio? Nos protegemos del demonio sin cabeza.- dijo Hunter quien terminó de clavar todas las ventanas.

- Pero eso no existe.

- ¿Tu crees?

- ....

-....

- Gus, dame ese palo que esta a tu lado.

Y así los tres adultos se durmieron abrazando un palo de escoba para poder defenderse.

¿Lograron pasar la noche sin asustarse?

No.

King llegó a la media noche y al no poder entrar gracias a que las puertas y ventanas estaban bien aseguradas, uso su poder para derivar la puerta, lo cual, terminó con tres adultos asustadizos dándole una paliza a King con los palos de escoba.

Obviamente cuando se dieron cuenta escondieron los palos y Luz se encargo de llevar a King, quien seguía desmayado, a la habitación de Eda.

¿Podrán salvarse de la regañada de Eda?

Continuará...

Luz y Amity: Maternidad y paternidad Where stories live. Discover now