Una historia dónde Yotsuba a sufrido dede su infancia por culpa de unos seres despreciables que se aprovecharon de ella hasta que apareció Futaro uesugi que la salvará de ese horrible lugar pero no será el único.
Deseaba desde el fondo de mi corazón que las cosas fueran diferentes pero...
Las tragedias llegan sin anunciarte...
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Seigen murió, antes de que pudiera pedirle perdón.
Eran las palabras que resonaban en la cabeza de un rubio que miraba al suelo sin poder moverse.
Poco a poco la gente empezaba a llegar a la ceremonia fúnebre.
¿?: ¿Kintarou-kun? -pregunto una chica detrás de el-
El rubio por fin reaccionaria y miraría detrás de el.
Kintarou: takebashi -dijo me voz baja-
Takebashi: ha pasado tiempo -dijo acercándose a el-
La pelinegra se acercaría al chico lentamente hasta llegar a el dándole un abrazo bastante débil.
Takebashi: cómo terminaron las cosas así -dijo sin poder contener sus lágrimas-
Kintarou por su parte se quedaría en silencio recibiendo el abrazo pero después de ver a Takebashi llorar solo pudo corresponder el abrazo mientras el trataba de contener sus propias lágrimas.
Después de unos minutos se separaría del abrazo para caminar hacia la salida.
Kintarou: *apretando su puño* la pandilla Tengo pagara por esto -dijo con claro odio en sus palabras-
¿?: Jefe -dijo una voz que venía sobresaltado-
Kintarou: que ocurre Rei, ¿pudiste encontrarlo? -pregunto con una mirada fria-
Rei: no jefe, buscamos por todo el lugar pero no hay rastro de su hermano.
Kintarou: lo entiendo, dile a los demás que dejen de buscarlo, solo esperemos encontrarlo.
Rei: ese bastardo, ni siquiera tuvo el coraje para ver a su amigo que dió su vida para protegerlo a el y a Maeda -dijo con furia-
