Estaba tan centrada en los acordes del bajo que no me di cuenta que afuera era un caos y me llamaban, si no fuera por Gus que me vino a buscar, esta casa estaría hecha añicos
- Zoe - me llamo el rubio desde la puerta, yo me gire a verlo dejando de lado el instrumento – Los chicos te necesitan, más que nada Kal y Tom – cuando nombro a los dos últimos me dejo más desconcertada de lo que ya estaba
- Que paso, Gus? – dije levantándome de mi lugar para ir a donde estaban, el solo levanto los hombros y me siguió
- No entiendo como Zoe te aguanta! – no había ni terminado de bajar las escaleras cuando escuche la voz de mi mejor amiga desde la sala, sonaba molesta y decepcionada – Esa chica la trato como cualquiera y vos la seguís defendiendo! Date cuesta de que esta es una decisión, Sara o Zoe, porque no voy a dejar que te acerques a Zoe hasta que decidas!
Cuando entre pude ver como Kal estaba hacha una furia en frente de Tom, pero detrás de él se encontraba la castaña sosteniéndose de los hombros, al ver esa imagen me tensé de la nada, solo que no quise darle importancia, no por ella, si no por el momento
- Qué mierda pasa? – pregunte con inercia, ellos no se habían percatado de mi presencia hasta ese momento, Kal volteo a verme y se acercó rápidamente hacia mí – Van a hablar o qué? – miraba atenta a mis amigos, ninguno hablo, pero si escuche su voz melodiosa
- Es que no- en ese momento interrumpí sin dejarla terminar
- Les pregunte a ellos, cuando necesite tu opinión te la pido – note como ella se molestó por eso, en cambia Kal puso una sonrisa victoriosa
- Pasa que Tom no sabe a quién elegir – el término que había usado mi amiga no me gusto, pero tampoco dije nada –Si a la chica que le prometió cambiar o a la que quiere follárselo – cuando dejo de hablar aparte la mirada de ella y la volví a el chico
El miraba para abajo sin poder verme a los ojos, eso me rompió un poco el alma, se quedó en silencia en todo momento sin dejar soltar algún sonido, esa fue su respuesta, no podía elegir, pero yo si podía entender que, aunque me quisiera, ella tenía mucho mas
- No hace falta que elija – apenas me escucharon todos volvieron a verme confundidos, excepto Tom – El y yo no somos nada, no lo vamos a ser nunca, ya lo tengo en claro – ese fue el único momento en la que su vista se fijó en mis ojos
Sus ojos marrones de los que me había enamorado estaban húmedos, note como a poco ellos se llenaron de lágrimas, sus labios se entreabrieron un poco, saco las manos de Sara de encima suyo y se acercó rápidamente hacia mí, agarrando con delicadeza mis manos
- Colorada, por favor – su voz era entrecortada, sus manos temblaban, sus ojos iban de un lado a otros viendo todo lo que yo hacía, pero solo pude cerrar los ojos un momento para después soltarme lentamente de el
- No lo hagas más difícil – yo me di media vuelta y fui casi corriendo a mi cuarto, escuche como alguien me seguía, esperaba que sea Kal, ella sabía todo lo que pasaba desde el día uno
Cerré a puerta atrás mío, pero tan pronto toqué la cama se volvió abrir, no vi quien era y me envolví en mis sabanas
- Sos vos Kal? – apenas pude decir bien esas palabras por mi voz que se entrecortaba de a poco
- Le dije que se quedara abajo – su voz retumbo por mi cabeza dándome dolor de cabeza – Ella se está encargando de Sara
- No quiero hablar con vos ahora, Tom – en ningún momento volteé a verlo, pero pude sentir como mi cama se hundía al lado mío y una mano empezaba a acariciar mi espalda
