epílogo

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──¡Hola, hola!

Robin dejó de atender a una señora al ver a su novia llegar. Sonrió de oreja a oreja, corriendo a abrazarla.

Kelly le devolvió el abrazo, aferrándose con fuerza al cuerpo delgado de su novia. Parecía que no se habían visto en días, aunque apenas lo habían hecho hace unas horas.

──¿Qué haces aquí, amor?

La señora que había estado atendiendo Robin frunció el ceño, saliendo de la tienda de películas con expresión muy digna.

──Ay, creo que acabas de perder a un cliente.

Robin se encogió de hombros, sin tomarle importancia.

──Dios, que cursis son.

Amy también había entrado con su amiga, solo que por el momento de amor de ambas chicas ninguna le había prestado mucha atención.

──Pareces del grupo de los populares.

Amy agitó su largo cabello, fingiendo una expresión engreída.

──Dos volteretas y ahora medio Hawkins me conoce.

Amy recientemente se había unido a las porristas, cosa que no era una sorpresa para nadie ya que sabían que ese siempre había sido su sueño, solo que le intimidaban las demás porristas. Gracias a Chrissy, la única porrista que no parecía tener una nuez por cerebro, había conseguido que la tomaran en cuenta.

──Yo pienso que se ve genial.

Steve le sonrió a Amy, que se sonrojó pero intentó disimularlo lanzándole una mirada de desprecio a Harrington.

──Los halagos no harán que se me olvidé que me dejaste plantada, ¿Sabes?

La expresión de Steve decayó, volviéndose suplicante.

──¡Por favor, Amy! Fue sin querer, te juro que Dustin me llamo para que lo fuera a buscar al bar ese de mala muerte donde toca Eddie.

──Ah, y casualmente el bar estaba a afueras de la ciudad, que no pudiste llegar a la hora que acordamos.

──Pues si.

──Fíjate que no te creo.

──¡Puedes preguntarle a Dustin!

Kelly miró de reojo a Robin, que solo se encogió de hombros. Ninguna de las dos entendía bien qué tipo de relación tenían Amy y Steve, pero sabían que la personalidad fuerte de Amy le haría sentar cabeza al Harrington, y Robin estaba segura de que Steve no le rompería el corazón a la mejor amiga de su novia.

Ambas aprovecharon la pelea de ambos para irse al fondo de la tienda.

──Mira.

Robin le mostró varias películas que había apartado.

Desde que ella y Steve habían comenzando a trabajar en la tienda de películas —luego de que el centro comercial tuviera que cerrar por fallas en la estructura— se había vuelto una especie de tradición rentar películas para ver los fines de semana en la casa de Kelly, aunque por lo general a esos maratones se sumaban los entrometidos de sus dos hermanos mayores, que ya veían a Robin como parte de la familia.

Kelly sonrió al ver una pequeña nota entre las películas, que tenía algo escrito en la letra de Robin.

Te amo.

Miró a Robin, que tenía una expresión avergonzada.

──Lo sé, eso fue muy cursi.

Kelly se rió, dándole un beso a su novia en la mejilla.

──Me encanta que seas cursi.

──Bien, porque no voy a dejar de repetirte lo linda que te vez con ese corte de cabello.

Kelly sonrió y se acercó a la chica para darle un beso, sabiendo que estaban lo suficientemente apartadas de los clientes mirones y homofóbicos.

¿Si no les gustaba, entonces por qué no apartaban la mirada?

──Te quiero, Robin.

──Y yo a ti, Kelly.









🦋 ˒˒ BUENO, BUENO, BUENOOO

Hemos llegado oficialmente al final, amiguitos.

CARTAS ━━ robin buckley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora