CARTAS ━━ robin buckley

octava carta

Hey, Robin.

Por fin conseguí que Erica volviera de sus "vacaciones laborales" y te entregara esta carta.

Estoy bastante nerviosa por las preguntas que puedas hacerme, pero es lo justo. También me da curiosidad ver si adivinas mi identidad, aunque creo que no nos conocemos lo suficiente como para que lo sepas.

Tengo diecisiete años.

Siguiente pregunta.

Robin recibió la carta y su cassette de vuelta, así como uno nuevo que la chica misteriosa le había enviado para que escuchara. Al levantar la mirada, se encontró con los rostros curiosos de Mike, Jane, Lucas y Max.

──¿Qué? —preguntó, intentando no delatar lo nerviosa que se sentía.

Max fue la primera en hablar.

──Entonces... Esta chica de las cartas...

──Es un secreto.

Jane parpadeó, confundida.

──¿Por qué?

──Quiero ver que pasa entre nosotras antes de anunciar cualquier cosa —respondió, encogiéndose de hombros.

Los demás asintieron, comprensivos, menos Lucas Sinclair, que miró a su hermana con curiosidad.

──¿De ésto es que has sacado todo ese dinero?

Erica sonrió.

──Soy una mujer de negocios.

──No, eres una niña manipuladora.

──Es lo mismo.

Y se fue.

Mike miró a Robin guardar la carta dentro de su mochila, dentro de un cuaderno dónde estaban todas las demás que le habían enviado.

──¿No sabes quién podría ser la chica? —preguntó.

Robin sentía que se había vuelto un poco paranoica al respecto. Había visto a cada chica que había entrado a la heladería los últimos días, esperando ver a alguna que se pareciera un poco a la imagen que había formado en su mente de la chica de las cartas.

Le avergonzaba un poco, pero el otro día cuando vio llegar a dos compañeras de la escuela con las que nunca había hablado, no pudo evitar ponerse alerta cuando una le dijo que era alérgica al maní, justo como la chica de su carta. Era ridículo, porque existían millones de chicas que podían ser alérgicas al maní y eso solo había sido una coincidencia sin más, pero no había podido evitar sentir... algo al ver los ojos grandes y marrones de Kelly Sanderson.

──Nop, ni idea.