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Tʜᴏsᴇ Eʏᴇs ‐ 007
Los chicos habían llegado a la casa de la fiesta, se habían quedado frente a la entrada charlando.
—¿Y si no llegamos a venir?—Pregunto Rodri.—¿Llevas acarreando todo esto durante todo el viaje?
—Hay que arriesgar.
—Si, di que si.
—Y cagar en la casa también, ¿no?—Dijo Álvaro.
—Estamos de excursión salvaje, ¿no? Pues cagais de campo—Decia Garri.
—Garriga, ¿qué planes tienes con la chica?
—Pues llego, la saludo, me huele... Le robe esta colonia a mi padre, y en el anuncio las dejaba loquitas. Y nada, se trata de dejar mi esencia—Explicó Garriga con la colonia en se mano.
—Si cagamos, es lo mismo, Garri—Comento Maza-san.
—Claro, vamos ahí y les dejamos la esencia, tío—Bramo Álvaro.
—Ni de coña, tío.
—Así nos recuerda más tiempo—Salto Maza.
—Qué no vais a cagar, ya está.
—A ver, toma.
—Cuidado, cuidado.
—Se peina y todo...—Comentaba con gracia Rodri.
—¿Estoy bien?—Pregunto Garriga.
—A ver.
—Perfecto.
—Un señor.
—Estas cañón.
Los chicos seguian alagando a Garriga una y otra vez.
—¿Y Esperanza qué?¿Qué vamos a hacer con ella?—Consulto Álvaro mirando a Esperanza en los brazos de Carol.
—Rodri trae la mochila—Pidió Suso.
—¿La de Garri?—Cuestiono Rodri.
—Si.
—Abridla bien—Dijo Suso.—Carol pon a Esperanza dentro de la mochila.
—Yo vigilo si viene alguien.
—Tened cuidado, por favor.
—Tu, tu, tu, que vienen—
—Madre mía, vaya pibones—Comento Álvaro.
—Eh, estate a lo que tienes que estar.
—Hemos venido de fiesta, tío—Aclaro Álvaro.
—Venga, acabad ya.
Al acabar Suso se colgó la mochila el frente de el, para entrar a la fiesta.
—Garriga, cojo la leche para Esperanza y nos piramos, ¿vale?—Repitió el chico a Garriga.
