𝑰𝑴𝑷𝑬𝑹𝑰𝑨𝑳 𝑷𝑹𝑰𝑵𝑪𝑬𝑺𝑺│𝑳𝑼𝑪𝑨𝑺

ʜɪᴘóᴄʀɪᴛᴀ

- ¿Y la mejor manera era cuidando de la princesa?

- Pensé que le dirías hermanita - me regalo una sonrisa burlona

- No me siento cómoda haciéndolo

- ¿Me darán un habitación?

- Como agradecimiento por tus acciones, si

- Eres muy recta

- ¿Disculpa?

- Sigues las reglas al pie de la letra

- Soy una princesa - suspire - ¿Que esperabas?

- ¿Ya hablaste con tu padre sobre la "nueva" princesa?

- Como toda una cobarde me oculte bajo todos los libros y trabajos para no escucharlo

- ¿Seguirás así?

- Tenemos una charla pendiente con té - abrí las puertas de lo que sería su nueva habitación - Esta es tuya por el momento

- Vaya que es lujosa

Lo primero que hizo fue lanzarse a la cama y rebotar en ella una y otra vez hasta que se cansó, quedando acostado en la cama con la mirada hacía el techo

- ¿Por qué te ves de ese tamaño? - cerré la puerta y me arrimé a ella

- Bueno, para que mi mana sea más eficiente debo reducir mi tamaño - se sentó en la cama - Me siento deprimido

- ¿Te falta mana?

- Algo así

- ¿Puedes tomar del mío?

- ¿Por qué harías eso? - su sonrisa burlona creció

- Salvaste a la princesa y padre te lo agradece

- Estas muy ligadas a las reglas

Tomo su tamaño original y camino hasta mi sin dejar de verme, su mirada me intimidaba un poco

- ¿Qué haces?

Tomo un mechón de mi cabello y se lo llevo a los labios, me dio una sonrisa que no supe cómo interpretarla y luego beso el mechón que tenía en su mano

- Deberías relajarte - sus rubís brillaban de una manera peligrosa - Si no te agrada no debes agradecerme por eso - regreso a ser un niño - Es hipócrita de tu parte

Apreté los puños y cerré los ojos con fuerza

- ¡No pueden obligarme a querer a alguien que no sabía que existía! - mi ira salió a flote ante sus palabras - ¡¿Me llamas hipócrita por querer darte algo por ella!?, Lo siento, ¡Pero si a mi padre le agrada la niña debo hacer el esfuerzo de quererla aún que no lo haga!

Lucas se sentó en la cama y me observó perder los estribos, mis sentimientos estaban saliendo a flote y sé que una princesa no debía dejarlos salir, estaba rompiendo una regla

- ¡Ella no tiene la culpa de que no me agrade, sé que es una niña dulce! - camine en su habitación de un lado a otro - ¡Hace poco no sabía que existía, pero ahora quieren que la ame como mi hermana!

Mis ojos picaron y el dolor se convirtió en rabia

- ¡Todos se preocupan por ella!, ¡Pero nadie se ha detenido a preguntar cómo me siento en esta situación!

Un grito salió de mí, un grito que sabía que se había oído por todos los pasillos cerca de la habitación

- Si que estabas reprimida y aún debes estarlo, las reglas te pusieron cadenas y ya ni siquiera expresarte podías como una persona normal