—¿Me lo puedo comer?— supuso que Souya ya estaría incómodo o fastidiado por su cariño.—O pensándolo bien, mejor me lo como mañana, si lo hago ahorita no podré dormir— reposó por unos segundos su barbilla en el hombro del hombre tímido —Gracias Angry, siempre me traes cosas, ya me da pena.

—Eres mi amigo, no me molesta traer comida para ti— relajó sus hombros cuando se sintió liberado.—Lo guardaré entonces.

—Vale, yo creo que ya me iré a dormir.

—¿En serio?

—Sí, estoy cansado. Te esperé solo por mi regalo.

Había genuino interés en ver a Souya llegando a casa sano y salvo.

—Está bien, descansa ...Kai—Souya se hizo un demente. Negó la mirada de su amigo, cuando este permaneció feliz por escucharlo acortar su nombre.— ¿Qué no te ibas?

—Hace tiempo que no me dices así.

—Sí, ya duérmete —actuó sin darle importancia.

—Tú también, te duermes temprano, no te quiero ver despierto a las 2 de la mañana, ¿Oíste?—indicó como una madre enojona.—Por eso luego te despiertas tarde, es malo desvelarse tanto.

—Ajá.

—"Ajá" — movió la cabeza, indignado.

Souya  comprendía el bondadoso consejo, pero la ducha y las tareas lo mantuvieron activo unas dos horas más.
Milagrosamente terminó a tiempo sus pendientes, tanto que quedó escéptico, rara vez le pasaba.

Recordaba tener más cosas que hacer pero al verificar, se daba cuenta que su lista de tareas próximas a entregar ya estaban cumplidas y otras adelantadas.

—Siento que me falta algo...—todavía no estaba convencido.—A ver, ya hice el mapa conceptual, la investigación de no sé que, la práctica...—se apoyaba con los dedos para enlistar— Tsk, mierda. No pregunté que dejaron hoy en las clases que me perdí.

Sacó su celular, fue a sus conversaciones y ahí encontró un mensaje sin leer, era la respuesta de una compañera.

El chico se acordó que había preguntado una duda de su última clase. Souya se dirigía con respeto y amabilidad a sus compañeros, sin embargo en su salón la gente era competitiva y amargada (más que él). Eran engreídos y muy habladores, pero también groseros y envidiosos entre ellos.
Por suerte, Souya tenía buena comunicación con la chica que aún no veía como amiga, no obstante, ella al igual que él, era apartada de los demás. A ella solía preguntarle las cosas y viceversa.

"¡Hola Souya! Buenas noches.
La lista del profe está en la plataforma, solo tienes que anotarte en el día que puedas ir a la uni, y el día que no puedas no hay problema porque se le dan las clases a los otros. ¿Si me entiendes?, no sé cómo explicarlo mejor"

El mensaje había llegado hace media hora. Souya estuvo demasiado concentrado en sus deberes que hasta se olvidó el celular. Entendió que era normal tardarse en responder.

Agradeció y fue a la plataforma, para ese entonces las listas ya estaban casi llenas. Tenía dos veces esa materia a la semana, una a partir de las siete, y otra al medio día.
Se debatió en qué día le convenía más, si ir a primera hora o tomar el riesgo de ir al medio día y de ahí, desplazarse a su trabajo. Necesitaba saber si sus otras clases también pondrían la misma modalidad.

Al final, prefirió dejarle la decisión al Souya del mañana y apagó todo con molestia.

—Mañana será otro día.

Su cama le exigió que se acostara, y él fue noble, un chiquillo entusiasmado por un largo sueño. Se aventó hacia todos sus peluches, abrazó a su favorito, aunque no pudo dormir sin su colcha.

Viviendo juntos|| Hakkai × AngryWhere stories live. Discover now