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La llave de agua estaba abierta mientras Hakkai, el más "responsable" del hogar, seguía enjabonando los platos de la cena.

—No gastes tanta agua, dañas al planeta— Angry cerró preocupado la llave, para luego castigar con un leve puñetazo en el brazo ajeno.— Y también llegan caros los recibos— percibió como el segundo lo ignoraba— Hmp, y ahora no respondes.

—Me siento un poco mareado...—paró un momento su labor. Dejó las manos en el lavabo, de pronto sentía presión en la espalda y cosquilleo en el pecho— ¿Me regalas un poco de agua, mi amor?— Hakkai creyó que con beber algo se le pasaría el malestar.

—¿Qué te pasa?— preguntó Angry yendo en busca del agua—¿Por qué te sientes mareado de repente?

—No lo sé, ando un poco enfermo.

Una enfermedad que venía de manera inesperada para agobiarlo. El celo se daba como los periodos menstruales, unos eran regulares, otros irregulares, dependía de muchos factores que consideraba desde el ambiente que rodeara los omegas, así como de sus cuerpos.

Había muchos con el celo "dormido", llevando años sin pasar por esa vergonzosa y cruda situación.

A Hakkai le tocó sufrir su primer ciclo de calor temprana edad y recibir una medicina alternativa mezclada con violencia. Agonizaba en ese estado, por eso trataba de aplacar todos los síntomas con medicamentos fuertes.
En ese momento, no tenía intenciones de comentarle a Angry la verdad, suponía que su amigo sería capaz de entender sin palabras, pero estaba equivocado.

Angry siendo un chico omega, desconocía mucho del tema. En casa solo le dieron muchísimas advertencias, pero jamás las había utilizado hasta la fecha, ni siquiera había vivido dicha experiencia. Tampoco quería.

—Es raro que tú te enfermes— Souya lo obligó a sentarse, le frotó la espalda a Hakkai como un gesto de amabilidad.—Yo termino de limpiar, tú descansa. Hoy hiciste mucho en casa.

—No, descuida, solo dame un minuto, ya se me pasará — la jaqueca regresó a irritar su presente, por lo que Hakkai se empezó a masajear la frente— Esto es terrible...

—¿Qué cosa, te sientes más mareado?

—Creo que sí — en cuanto vio que Angry había abandonado los platos para tocarle la cara con todo y jabón, decidió echarle un poquito más de drama a sus síntomas —¿Estoy caliente?

—Sí, lo estás— Souya sacó el labio inferior — Ven, vamos a tu cuarto. Te hará bien si te acuestas.

—No, no. Acabamos de cenar, me siento lleno— extendió los brazos para aprovechar la cercanía del segundo — ¿Te puedo abrazar? — se dignó en preguntar luego de atraparlo y pegarlo a su pecho.

—Pues ya lo estás haciendo — al no tener más que hacer, devolvió el abrazo con mucha timidez—¿Seguro que no quieres ir a la cama?

—No, con tu abrazo me estoy sintiendo mejor.

Con Hakkai en una silla y Souya de pie, el vértigo que fue invitado solo se escabulló de golpe. Los dos amigos se pasaron un rato abrazados, Hakkai sin dudar restregó la mejilla y se quedó escuchando los latidos calmados de Souya. Sonaba despacio, las pausas dibujaban sonrisas, las manos estuvieron inquietas dando ligeros toques y masajes el uno al otro, tanto tacto hizo que solo las palabras se hicieran mudas y que los malestares quedaran ignorados.

Souya pensó que ese abrazo no era para nada desagradable, ninguno que le diera Hakkai lo llegaba a incomodar demasiado.

—Creo que es el medicamento lo que me tiene así —rompió el silencio en ambos, posando su mejilla con total libertad hasta apachurrarla en la camisa fresca de Souya.

Viviendo juntos|| HakkaSouWhere stories live. Discover now