La Aurora que nunca despertó

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Heeseung enarcó una ceja, curioso por la duda que llegó a su mente.

—¿No será que...? —No terminó de hablar cuando las luces se apagaron repentinamente, dejando a todos expectantes por lo que vendría.

—Silencio, la obra va a comenzar.

El más emocionado de los dos era Beomgyu  le gustaba mucho las películas de Disney, a excepción de Cenicienta y sus ratones. Aunque Aurora no fuese exactamente su historia favorita, se le hacía entretenida. Sumando el hecho de que también le gustaban mucho las obras de teatro, así que era un combo perfecto.

El suave canto de los pájaros dio el comienzo a la obra en un hermoso bosque, un par de risas se hicieron presentes al ver que alguno de los árboles tenían rostro. Una voz aguda hace eco en compañía de las aves, anunciando la llegada del personaje principal: Aurora. Los pasos bajo el canto oyéndose cada vez más claros entusiasmaron a la audiencia, la cual se encontraba impaciente de saber quién interpretaría a la princesa luego de estar la última semana escuchando por los pasillos que la persona que interpretaría aquel papel era un ser hermoso portador de un rostro que no podía ser comparado con nada ni nadie.

—Fresas... ¿Dónde hay fresas?

La princesa apareció en escena con una tela enrollada como si fuese un hiyab, un vestido hecho de trapos que alcanzaba sus rodillas y un pequeño cesto de paja en una de sus manos. Al quitarse la tela que cubría su rostro, tuvo que tomar una disimulada y larga respiración al escuchar como los murmullos se hacían presentes.

Nadie podía creer lo que veía. El rumor del que tanto alardeaban las bocas esperanzadas, era cierto.

Aurora caminó hasta un arbusto con fresas. Mientras el narrador omnisciente contaba su historia, cantaba por lo bajo arrancando las frutas maduras, pero una persona en especial, no escuchaba absolutamente nada de lo absorto que se hallaba.

—Ella realmente es mi tipo, creo que estoy plenamente enamorado. —Murmuró un chico a su compañera a un lado.

—Hasta yo dejaría de ser heterosexual por ella. —Le responde.

Beomgyu quedó boquiabierto sin apartar la vista de los movimientos de la hermosa chica que recogía fresas. Lo único que podía oír en ese momento eran sus latidos irregulares y nada más. Ese temblor que sentía en su interior le era muy familiar, el rostro tan celestial que veía también le pareció tener una similitud con alguien que ya conocía, pero no estaba lo suficientemente concentrado como para ponerse a pensar en eso.

Por dónde la vieras, era la mujer perfecta.

—¡Woah, príncipe, eres realmente guapo! —El grito de Heeseung a su lado lo sacó repentinamente de su ensoñación.

Muchas chicas contuvieron sus ganas de gritar al ver al famoso Hyunjin, el chico considerado como el rostro representante de la escuela, entrar con un elegante porte de príncipe. Era la fantasía de media escuela tener un hombre tan exótico como él, con un rostro tallado por los mejores ángeles de Dios y que para colmo fuese atento. Los demás hombres presentes admitían tener celos, porque sentían que jamás podrían causar ese estremecimiento en una chica como el príncipe lo estaba haciendo con su sola presencia. Nuevamente el público femenino ahogó alaridos al notar la fuerza con la que la pareja ficticia conectaba miradas.

Heeseung iba a alardear sobre la belleza de su hermano con su amigo, pero se retractó al verlo bufar en dirección al escenario. No supo cómo interpretar eso, si le resultaba aburrida la obra o... probablemente era la frustración de no tener nada qué comer, pero la realidad era que Beomgyu se sentía un poco envidioso del príncipe también.

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La escena final había llegado.

Pensar que antes estaba tan obstinado a no tener ese papel por temor a los prejuicios, pero después de ver hasta dónde había llegado, no se arrepentía de absolutamente nada, porque en verdad se sintió orgulloso de sí mismo al cumplir algo que veía imposible por sus nervios. Yeonjun se palmeó los brazos como una forma de felicitación. Eso sí, prefería dejar en secreto que él era la princesa por precaución.

El telón se cerró, los aldeanos trotaron detrás del escenario mientras otros compañeros cargaban un gran cajón de madera con telas hasta el centro, donde se llevaría a cabo la última escena que destacaba a toda la obra. Según la lógica de Yeonjun, no podía fallar en esa parte, todo lo anterior que habían hecho era irrelevante, el desarrollo era lo de menos, la gente se centraría en que el final fuese perfecto. Si se equivocaba justo ahí, la obra sería un completo fracaso.

Yeonjun se acercó al cajón, subió rápidamente sobre él y acomodó su largo cabello dorado. Tomó varias respiraciones para tranquilizarse, ¡Estaba cerca de la recta final! ¡A esas alturas confiaba que lo lograría!

Nuevamente el telón se abrió.

"En la más alta torre, soñando con su gran amor, se encontraba Aurora tan única y sumida en un profundo sueño..."

El foco de la luz caía únicamente sobre la princesa de largos rizos dorados reposada en aquel lugar, tan hermosa a la vista como un girasol presenciando el amanecer. El único ruido que ella podía oír, eran los fuertes latidos que emitía su corazón. Nadie siquiera se animaba a respirar por miedo a romper la armonía del silencio.

Entonces el príncipe entra en escena con una expresión cautivante que refleja la nostalgia y la tranquilidad combinadas al ver a su amada. Caminó con lentitud hasta quedar de su lado frente al público, acarició su cabello, y luego su rostro.

—Aurora... —La voz del príncipe al nombrarla fue un golpe directo al corazón de las chicas que contenían su emoción para el final.

"Mi piel se estremeció, espero que nadie lo note", se comentó internamente Yeonjun

La mano del príncipe se alejó, y supo en ese movimiento que dentro de nada llegaría el tan esperado beso de verdadero amor que despertaría a la princesa de su eterna tempestad. El apuesto hombre fue acercándose al rostro de Aurora, manteniendo más expectantes a todos que nunca, hasta sus compañeros de reparto veían sin pestañear desde sus lugares como la distancia entre ambos personajes se acortaba cada vez más. Yeonjun tenía curiosidad por lo que Hyunjin haría, en todas las prácticas siempre le daba un corto beso cerca de los labios que, dependiendo el ángulo, tranquilamente podía hacerse pasar por un verdadero toque, pero no estaba seguro de sí lo besaría directamente en los labios, así que se preparó mentalmente para cualquier pronóstico.

Que curiosa es la vida que a Yeonjun le costó tanto mentalizarse para ese momento y al final esta decidió arruinarlo todo en el momento más preciso al dejar caer una de las luces justo sobre la cabeza del príncipe, impidiendo que los labios de los protagonistas llegasen a tocarse.

—Mierda, mierda, mierda, ¿¡Qué sucedió!? —Preguntó el profesor Lee tomando su cabeza entre sus manos al ver al estudiante estrella desmayado en el suelo. Debía hacer algo, era lo último de lo último, no podía acabar así, debía improvisar.— Narrador, haz algo. —Rogó al chico encargado de hacer la voz omnisciente. El chico acotó la orden del adulto prendiendo el micrófono con nerviosismo y dijo lo primero que se le vino a la mente para intentar salvar el momento.

"Y así, por obra del inesperado destino, el príncipe murió de una hemorragia cerebral y la princesa nunca volvió a despertar, enseñándonos que los finales no son siempre felices... ¿Fin?"

Primero se plantó un largo silencio en el que se procesaba la información, y luego llegaron los abucheos al ver el telón cerrarse por última vez con un final tan decepcionante.

Yeonjun, que no se había enterado de lo sucedido por estar ocupado en continuar su papel de bella durmiente, se levantó de golpe y vio al coprotagonista inconsciente en el suelo.

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Eritrofobia ⋆.˚ YeonGyu Where stories live. Discover now