Eritrofobia ⋆.˚ YeonGyu

La Aurora que nunca despertó

—Y-yeonjun... ¿Eres tú? —¡Imposible! ¡No, sí es él! Los labios delgados, la respingada nariz y ojos felinos eran los rasgos claves para distinguir a Yeonjun del resto, ¡De verdad era él! El príncipe tapó su boca asombrado.— Woah, ¡Acabo de enamorarme completamente de ti, Yeonjun! ¡Eres tan bonito en ambas versiones! Luego de la obra, ¿No te gustaría salir conmigo?

Yeonjun empujó suavemente el cuerpo frente a él sintiendo sus mejillas arder. No podía negar que hasta él se enamoró de sí mismo al verse al espejo, era algo tan nuevo verse así, pero su belleza seguía intacta, aunque ahora tenía una larga peluca rubia y un vestido, la seguridad que tenía en su apariencia era la misma.

—Soy yo, deja de decir tonterías.

—De verdad te ves fantástico, soy el príncipe más afortunado al tener a la princesa más linda del planeta tierra y de todos los demás planetas de la galaxia.

—Cállate que estoy por vomitar mi desayuno sobre tu... precioso, lujoso y extravagante traje...

—Tomaré eso como un halago.

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—¡Heeseung, compárteme de tu comida, por favor!

—Te dije que esperaras a que empiece la obra antes de comer y te acabaste todo lo que compraste en diez minutos.

Beomgyu hizo un puchero antes de volver a acomodarse en su asiento refunfuñando por haberse comido todo antes del comienzo del espectáculo.

Ambos chicos se encontraban ubicados en la tercera fila frente al escenario, lo suficientemente cerca para ver bien pero lo suficientemente lejos como para que no les doliera el cuello al mirar. Antes de entrar al lugar dónde se llevaría a cabo la obra, pasaron por la cafetería a comprar comida. El problema era que Beomgyu tenía mucha hambre, demasiada, y comió todo lo que gastó antes de siquiera acomodarse.

El teléfono de su amigo vibró en la parte trasera de su pantalón. Con algo de dificultad por tener sus manos sosteniendo tres brochetas de cerdo y una bebida grande, lo sacó.

—Hyunjin me envió una foto con su traje, mira. —Beomgyu, lejos de estar enojado con Heeseung por no querer compartirle de su comida, se acercó para ver la imagen que acababan de enviarle.

—¿Estás seguro que tu hermano no es un príncipe de verdad? Se ve muy apuesto. —Debía de admitir que a pesar de ser hermanos de distinta madre, tanto Heeseung como Hyunjin tenían una belleza única e inigualable. Hyunjin especialmente se veía como un actor, si no fuera porque Heeseung le repitió miles de veces que todavía no debutaba como uno, entonces creería que sí era un famoso actor de novelas de esas que ve su madre a la noche antes de irse a dormir. —Pero, ¿Él no te dijo quién sería la princesa?

—Se lo pregunté varias veces, no quiso decirme. Solo mencionó que la princesa es la más hermosa del mundo. ¿Yeonjun no era parte de la obra? ¿No le preguntaste a él?

Ah... Yeonjun...

Desde que tuvieron ese encuentro en la azotea, su cuerpo se sentía más ligero, como una suave pluma flotando en el aire. Luego de ese momento, fueron a casa juntos y hablaron sobre distintas cosas: familia, estudios, amigos, qué harían al terminar el secundario, mascotas y entre otros temas. Las cosas salieron bien después de aclarar el mal entendido, pero se le hacía tan curioso que con ciertos temas se ponía tenso y miraba a otro lado cada vez que se avergonzaba. Nunca había conocido a alguien con esa personalidad o que actuara como él, por lo que nuevamente pensó que Yeonjun era un misterio que le gustaría resolver.

—Sí, le pregunté, pero su respuesta fue un tanto extraña. Primero dijo que no sería parte, pero luego dijo que sí, solo que se encargaría de la utilería, así que no estaba al tanto de quienes interpretarían los personajes principales.