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Un tonto holgazán que le encanta los chistes y entretener, todos saben como es el vecino más divertido. Y el esta encantado de conocer a su nueva vecina la cual es muy tímida. Un extrovertido con una introvertida. ¿Acaso podrán tener algo sin...
Ya no aguanto tu ausencia necesito que estés presente.
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Mi hermano, mi querido hermano. Llevo buscándolo varios meses, el miedo de que le haya pasado algo me rompe el alma. El es tan bueno y sensible, se parece mucho a mi y por eso me preocupa tanto. Debo encontrarlo sin importar que.
Estuve buscando con mi madre a mi hermano preguntando por cada ciudad si lo vieron, nadie decía conocerlo y eso me llenaba de angustia. ¡Alguien debió verlo, alguien! Mamá se enfermó por tanto buscar y tuve que dejarla en la cama de nuestra casa a descansar un rato. Sin embargo no me quedaría de brazos cruzados. Aunque tenga miedo, aunque me cause ansiedad hablar con la gente por el paradero de mi hermano.. lo hare. Yo amo a mi hermano y lo encontraré sin importar que.
Tome un poco del dinero de mamá y llame a un taxi, iva a preguntar en la siguiente ciudad de nuestra lista, no descansaré hasta encontrarlo. El taxi llegó en pocos minutos y antes de irme le di un beso a la frente a mi querida madre.
—Volvere con mi hermano, lo prometo madre
La tape con una sábana y me di la vuelta sin antes tomar una capucha por el frío que hacía. Cerré la puerta y corrí en silencio al taxi. Me subí al traxi con nervios por la decisión que tomé, ojalá no se despierte pronto mamá o probablemente se asustará.
—¿A donde la llevo señorita?
Escuche al taxista, el cual era un señor con grandes ojeras, mirándome por el espejo, preguntando con molestia al ver que no hablaba.
—Lleveme a la ciudad del norte, porfavor..
Intente sonar seria, volteando mi mirada a la ventana sin querer ver más el rostro de el. Cualquier mirada directa me causaba incomodidad.
El señor no dijo nada y encendió el taxi, moviéndose a la dirección que le dije, poniendo el noticiero en la radio que el tenía. Mire a la ventana bajando la un poco dándome el aire frío de la tarde, trague saliva, pronto iva a anochecer pero solo sería una revisada al lugar, la cual suplico encontrar a mi hermano ahí. Seguro esta asustado, perdido y me preocupa más que este en un lugar peligroso sin poder pedir ayuda al ser muy olvidadizo.
• • •
Después de que el taxista me dejara en el lugar, le pagué y sin siquiera dejarme siquiera agradecerle se fue. Mire expectante como se iva, ya que el señor por un momento antes de irse se me quedo viendo por el retrovisor fijamente. Me extrañé pero solo me fui a las casas del lugar a preguntar si uno sabía de mi hermano.
Y como siempre nadie sabia de él, mis esperanzas se disminuían cada vez en cada casa, me tomó mucho tiempo y al llegar a la última casa fue lo mismo. La única diferencia fue la actitud de la abuelita que me atendió.
