Lo Bueno Llega al Final [Jude Sharp × Lectora]

☆Capítulo 11☆

Dalia se encontraba poniendo los platos sobre la meza a la hora de cenar.

- No, a mi no me sirvas _indica Magdalena antes de que la niña ponga la comida frente a ella.

- Mami, hiciste ejercicio toda la tarde, te va a hacer daño _comenta Martina llevando el tenedor con un trozo de zanahoria a su boca.

- No, no, tengo que verme divina para mañana por la noche _afirma muy preocupada_ además acabo de comprar este té mágico que hará que mi cuerpo tire todo lo que no necesita _indica sacando las bolsitas de su bolso.

- Bueno, uno no será suficiente _comenta la castaña más joven con una leve risa.

Pero la adulta tomó aquello más como un consejo que como una burla.

- Hijita, que gran pensadora eres, tú siempre tan acertada, que sean dos _afirma abriendo esa cantidad con unas tijeras.

- Eso puede ser un poco peligroso _advierte Dalia con la mejor intensión.

- Peligrosa es tu cara, frente a todo el mundo _responde la adulta alzando levemente la voz.

- ¡Mamá, mamá, mamá! _grita Mariana bajando las escaleras casi cayéndose al final. 

- ¿Que pasa, que encontraste? _pregunta poniéndose de pie, con la taza de té en la mano.

- Que vulgar _habla Martina rodando los ojos al ver a su melliza.

- Acabo de ver las fotos de tus amigas en la redes, están preciosas _afirma la de cabello corto_ creo que tú vas a parecer su mamá...

- ¡¿Tú quieres que te rompa la taza en la cabeza?! _advierte la mayor muy enojada, causándole gracia a Martina.

- No, no, solo quiero prevenirte para que no seas el patio feo de la fiesta _afirma su hija tranquilizadora.

- ¿Como?

Magdalena le quito la escoba de la manos a Dlaia y comenzó a perseguir a su hija por toda la casa.

- Bueno, tú reflexiona y nos vemos ¡ay!, luego. Dalia, traeme la cena _finaliza huyendo hacia su dormitorio, brincando las escalera para no ser alcanzada por el arma de su madre.

- Ya voy, Mariana _afirma colocando todo en la bandeja.

- El patio feo... _susurra Magdalena_ así mas bien voy a ser el puerco feo _musita con una lágrima, antes de voltearse y chocar con su hijastra_ ¡¿Ay niña, cuando dejarás de ser tan insignificante?!, casi me tiras eso encima.

- Perdón señora Magdalena, con permiso _se despide subiendo las escaleras.

- Perdón. Perdón, es todo lo que sabes decir... _regaña hasta que la ve desaparecer_ ya, no te desinfles Magdy, no mejor si desinflate, desinfla la panza _se aconseja a sí misma.

°◇°◇°◇°◇°

- Yo te quiero más _afirma la joven por teléfono.

- No, yo te quiero mucho más _responden desde la otra línea.

- la cena, Mariana... _indica Dalia entrando a la habitación.

- Déjala ahí _responde señalando la mesa.

Segundos después, Mariana colgó la llamada.

- ¿Hablabas con un chico? _pregunta Dalia.

- No seas chismosa, sirvienta _responde despectivamente_ tráeme una porción de arroz blanco, no seas tan económica.

- Si, ya voy _asiente bajando a la cocina. 

°◇°◇°◇°◇°

- ¿Tania no lleva más de dos horas en la biblioteca? Tenemos que llegar antes de las 3 para tener buena iluminación _insiste David viendo su reloj_ Joseph y Jude se adelantaron para inspeccionar datos importantes.

Habían acabado las clases y los creadores de contenido y su mejor amigo pensaban ir a recorrer una casa abandonada al sur de la ciudad, pero su camino se vio frenado por la petición de Aurora de llevar a su mejor amiga con ellos, más la princesa se había desaparecido en la biblioteca hace bastante tiempo.

- Algo me dice que se ha quedado dormida _afirma la peliroja.

- ¿Pero bueno quien en su sano juicio toma una siesta en la biblioteca y a esta hora, justo cuando vamos tarde? _habla Samford.

- Hechale la culpa a sus genes _responde encogiendose de hombros_ voy a buscarla _finaliza desapareciendo tras la puerta.

En eso David recibió una llamada de sus amigos, respondiendo con varios "Hombre que ya vamos, ¿quien los manda a dejarme con dos mujeres?, si ya con una es dificil".