Reinicio

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El reloj marcaba las 11:35, faltaban apenas unos minutos para el terminar de una genérica clase de historia en un instituto militar, donde para variar se llenaban la boca de lo increíble que son nuestros líderes, los cuales en un mundo repleto de explotación y corrupción lograron con sus esfuerzos revocar el poder a la dictadura que oprimía a las masa en el país y darle al pueblo los derechos que se merece, logrando lo que ellos llaman "Libertad". Una historia muy atractiva, digna de admiración... Si fuera creíble. Hace 70 años fue la última vez que este país tuvo contacto con el exterior, a partir de ahí, a través de este fenómeno llamado "Libertad", que no es más que un golpe de estado con palabras adornadas, se nos privó de todo contacto externo. Lo peor es que desconocemos el estado de nuestra situación... al no tener punto de comparación, podríamos decir que incluso vivimos en un "Paraíso" y no estaríamos mintiendo.

...

El tiempo avanzaba junto a las divagaciones, atentos todos más al minutero del reloj que a la monótona habla del profesor. A 5 minutos del final, ya se encontraba la mayoría guardando sus posesiones, incluido un chico que se encontraba en primera fila, Hans Adelman, que gustaba pasar su tiempo de clases pensando en cómo ocurrieron de verdad las historias contadas. A pesar de que se podría decir que encontró el punto entretenido a este intento de escuela, él también se encontraba esperando a que sonara el timbre.

Sin haberse dado cuenta, en algún momento, el profesor había clavado su mirada en él, supongo que molesto por la falta de atención que estaba recibiendo. Se le notaba el enfado, pese a que debería estar acostumbrado a estas situaciones. Sin saber que hacer, nervioso por el contexto, el bolígrafo que el chico estaba guardando resbala de su mano cayendo al piso, pero sin hacer ruido alguno. Sin pensarlo dos veces se apura para recogerlo y decidido a devolverle la mirada al profesor, levanta la cabeza.

...

...

No estaba ahí.

No había nadie, donde se supone que estaría el profesor había una perfecta vista hacia la pizarra, sin nada interrumpiendo en el medio.

Al mirar a su alrededor sin entender lo que había ocurrido, vio el comportamiento de sus compañeros y supo que se había perdido de algo.

Todos tenían una cara horrorizada, como si de una escena de terror se tratase. En ese momento, Hans se pone de pie con un fuerte impulso haciendo un efecto de interruptor en la clase.

La mayoría empezó a gritar, a algunos incluso se les veía lágrimas en la cara. Ante la confusión, por su mente se le pasa el momento de la caída del bolígrafo y su supuesto silencio.

El miedo recorrió su cuerpo y empezó a temblar. Ahí se dio cuenta de que era imposible que simplemente no sonara, era que algo "encubrió" su sonido.

El temblor de sus pies le llevó a escuchar un desagradable sonido proveniente de debajo del pupitre.

Rojo.

Era un charco rojo. El profesor había sido asesinado. Probablemente de un disparo.

Antes de siquiera poder organizar su mente, alguien en el fondo del salón corre a gritos hacia la salida intentando escapar.

Probablemente no fuera la decisión más correcta, pues el profesor ya muerto se encontraba justo en frente a la única puerta del aula y si descartamos a los alumnos a los cuales les es imposible el acceso a armas, el asesino probablemente venga de afuera. De todas formas, en estos momentos difícilmente alguien toma la decisión correcta.

El alumno que trató de escapar fue detenido por un señor que jamás nadie en la clase había visto. Claramente dada la situación es imposible que sea un miembro de la escuela, así que solo hay una opción.

Fijándose algunos en su mano, ven que porta un arma corta y por si fuera poco, en su espalda, listo para su uso se encontraba un rifle de asalto típico de la parte del ejército encargada de la patrulla en la ciudad.

-¡Si no quieren terminar como su profesor, quédense calladitos todos en sus puestos con las manos encima de la mesa! -Grita el asaltante

Sin otra opción y ante el pánico todos hacen caso a la orden, sobre todo Hans que se encuentra a la menor distancia a él.

[Esto no tiene sentido, es prácticamente imposible conseguir armas en este país si no eres parte del ejército] -Piensa Hans

Esa es la primera idea que se le ocurre a Hans sobre la situación en la que se encuentra, donde además de pensar, no puede hacer nada.

[¿Y si él fuera parte del ejército?]

[Eso no tiene sentido, esto es una escuela militar, ¿Qué ganaría haciendo esto?]

-Adal... !Adal Richter! ¿¡Hay alguien con ese nombre en esta aula!? -Preguntó a gritos el asaltante.

Al escuchar aquel hombre, un escalofrío recorrió el cuerpo de Hans.

[Ese nombre...]

...

Hans tiene la mirada clavada en la mesa... No deben haber pasado más de 5 minutos, pero aún así no ocurría nada. Con miedo, alza un poco la vista y lo ve murmurando algo. Al fijarse, nota que tiene un auricular.

[Así que al parecer no es el único metido en esto, esto explicaría el porqué de no haber recibido ayuda aún, pero... ¿Por qué conoce ese nombre? ¿Y cuál es su objetivo?]

Su línea de visión hacia el auricular se ve obstruida.

-¿Qué miras? -Preguntó el asaltante mientras le apuntaba con su arma.

Antes de siquiera poder rogar perdón se escucha una ráfaga de disparos, pero no hacia Hans, sino provenientes de la puerta.

El salón es invadido por un grupo de militares apuntando a cada esquina.

-Nos salvamos -Murmura alguien nerviosamente al fondo del salón.

La clase al parecer fue rescatada por un grupo de militares, que tan rápido como llegaron, se fueron a asegurar el resto de clases.

[Así que sigo vivo...] -Piensa Hans dejando salir un largo suspiro.

El bajón de adrenalina y nervios provoca algunos desmayos en el aula, donde entre tanta conmoción se escuchaba a un reducido volumen un sonido desde el suelo, cerca de los dos cadáveres.

[¿Sobrevivió alguno de los dos?]

[Imposible, uno recibió una ráfaga de tiros y el otro lleva en el suelo desangrándose unos minutos.] -Pensó contestando a su propia pregunta

Al fijarse bien, Hans nota que el sonido proviene de la oreja del asaltante...

Era su auricular.

No se que pasó por su mente en ese momento ni con qué fuerzas reaccionó, pero sin que nadie lo notara, Hans le quitó el auricular al cadáver que yacía a escasos centímetros de sus pies.

-Misión principal cumplida, aborto de la segunda misión, el objetivo no se encuentra en la escuela, retírense. -Se escucha a través del auricular.

[¿Misión cumplida?]

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⏰ Last updated: Apr 09, 2023 ⏰

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