-Pero, ¿estáis tontos? Alguien de aquí puede por favor explicarme que narices acaba de pasar, y sobre todo, por qué dos de vosotros estáis implicados y el otro parece saber todo.

A todo esto, como no, mi hermana no podía decirlo desde su asiento tranquilamente, sino que había saltado de este, se había colocado frente a nosotros y no es que nos estuviese hablando en un tono normal, sino bastante más alto de lo común.

-Cuánto apuestas a que en menos de cinco minutos nos han echado- murmuré hacia Leah.

Esta, intentó reprimirse pero acabó por soltar una risita lo suficientemente alto como para que mi hermana la escuchase.

No pude siquiera regodearme en el sonido de su risa por mi tonto comentario, porque mi hermana volvió a hablar, esta vez más fuerte.

-¿Que os parece gracioso? Porque a mi nada de esto me lo parece, ¿podéis parar de reíros vosotros dos y explicarme de una buena vez que narices está pasando aquí?

Leah volvió a ponerse blanca otra vez y yo volví a temer por su salud más que antes, así que decidí hablar.

-Vale, primero relájate, que en cualquier momento nos pueden echar de aquí y...

-¡Que no me quiero relajar! Liam, déjate de tonterías y explícame de una buena vez que está pasando.

A todo esto, la sala parecía mucho más concentrada en nuestros gritos que en la película que estaba recién empezando. De hecho, nadie se había quejado de la histeria de mi hermana aún.

Lo que hacemos la sociedad por un buen cotilleo.

-Y vosotros dos- murmuró mi hermana señalando a Leah y Noah- no os podéis....

Supongo que nos tendríamos que quedar con la duda de lo que diría porque en seguida vino un chico que parecía trabajar aquí a regañar a mi hermana.

-Señorita....

Enseguida mi hermana se giró hecha una fiera hacía el pobre chico.

-¿¡Que pasa ahora?!

-Señorita, le pido que deje de hacer este escándalo o me veré en la obligación de invitarles amablemente a abandonar la sala.

-Lo que faltaba, ¿le has oído Noah? Nos está echando.

- No les estoy echando, les invito amablemente a calmarse o a abandonar la sala.

-¿¡Y acaso no es eso lo mismo!?

El pobre chico, que no superaría los dieciséis años de edad parecía aún más asustado que nosotros con el comportamiento de mi hermana.

-Oye, pero solo es una invitación, lo único que le pido...

-¡Ni se te ocurra llevarme la contraria!

-Vale...

Pobre chico.

De pobre nada, estamos a punto de ganar la apuesta de que nos echan.

De repente entro un señor, quien supongo que estaría a cargo del pobre adolescente que ya no sabía que decir y se plantó también delante de nosotros.

Vaya, pues ya estamos todos.

Ahora si que nos echan.

-Señores, ¿están bien? ¿ha ocurrido algo?

Por unos segundos nadie dijo nada. El resto de la sala se quedó en silencio, aún observándonos,  y el chico que nos había invitado a abandonar la sala estaba más perdido que nosotros.

-Estaba pidiendo a la señorita de allí que modelase su tono para que el resto de espectadores puedan disfrutar de la película.

-¡Pero que no estoy gritando!

-Si lo estás haciendo, cariño-murmuró su novio

-¡Que no! Además,  no es mi culpa que ellos dos-dijo mientras nos señalaba- no me digan la verdad, usted me entiende, ¿verdad?

Genial, ahora el pobre señor estaba igual de perdido que el adolescente

-Es que tiene que entenderme, está pasando algo en lo que mi hermano, y mi amiga están involucrados de manera muy cercana y ninguno de los dos dice nada. Y por si fuera poco, mi novio también lo sabe y tampoco dice nada. Es normal que me enfade, ¿a que sí?

-Emmm... pues es normal, si..-el hombre parecía interesado en el enfado de mi hermana hasta que recordó su papel- pero les incitó a aclarar sus diferencias fuera de esta sala.

Noah suspiró y cogió de la mano a su novia para alejarse finalmente de la sala.
Suspiré y me levanté, esperando que la castaña a mi lado hiciese lo mismo para salir finalmente de la sala.

La gente nos seguía mirando conforme avanzamos hacia la salida.

Normal, cotilleo gratis.

Una vez llegamos al final del pasillo pude ver a mi hermana, la cual seguía gritando, y a Noah intentando lograr que se relajase.

Instintivamente, me giré hacía Leah.

-Sígueme el rollo, por favor.

No miré la reacción de la castaña, rodeé su mano con la mía y eché a andar hacia el resto de nuestros amigos.

----‐-----------------------☆-------------------------

¡Buenas tardes!

Siento muchísimo haber tardado tanto en actualizar, pero últimamente los exámenes han ocupado gran parte de mi tiempo.

¿Es un poco egocéntrico de mi parte decir que me encanta este capítulo? Adoro escribir desde el punto de vista de Liam, creo que es un personaje que tiene mucho que ofrecer.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Alguna opinión?

Un abrazo,

                                  6/04/23

La Estrella Que Nos UnióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora