Capítulo II.

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Tiempo antes de la boda.

Después de haber dejado a Thalía sola en los vestidores de los chicos algo le decía que estaba siendo un completo imbécil, pero no podía hacer nada y mucho menos por un tonto romance adolescente.

Tenía un deber que cumplir con su familia como ya estaba acordado desde antes de su quinto cumpleaños. Una boda arreglada para unir ambas familias de cazadores, una alianza que daría frutos a ambos clanes y que así ningún ser sobrenatural tuviera que pensarlo dos veces si se les ocurriría enfrentarse a ellos.

Llegó hasta su vehículo, dejó todo lo que tenía en sus manos en la parte trasera de este y soltó un suspiro, —Ya no faltó mucho para que los preparativos se den.

Se dijo así mismo, obviamente para él también era una maldita patada directo en el culo. Nunca estuve de acuerdo con eso de la boda, su único apoyo era su madre la cuál ya no se encontraba con ellos. Al llegar a la residencia Argent logró divisar un carro que ya había visto muchas veces, eso significaba que los Calavera se encontraban en el pueblo.

Bajo y fue directo a la casa, al entrar sabía que todos los presentes estarían en la sala de reuniones por lo que ni corto, ni perezoso fue hasta ese lugar. Allí se encontraban su padre y hermana junto con algunos de los cazadores del clan, para luego ver a Araya Calavera, Victoria la primogénita y única hija de aquella mujer, siendo acompañadas por Cerbero.

—Al fin llegas, Christopher —la voz de su padre retumbó por toda el espacio—. Como sabrás en unas cuantas semanas terminarás la preparatoria, por ende la boda se realizará de forma inmediata, no queremos desperdiciar más tiempo y que no aparezca ningún contratiempo.

—Tal como nos pediste esperar, cumplimos nuestra parte del trato —esta vez fue Araya—. Es tu turno de cumplir con tu palabra y el deber que tienes tanto con tu familia, como con la nuestra.

Victoria qué tampoco quería pasar su vida con Chris estaba por terminar su perfecta vida de soltería. Lo único bueno que saldría de esa unión sería el fortalecimiento de la familia y un posible excelente compañero de cama, era lo único que veía de ese matrimonio.

Asintió a lo dicho por ambos mayores para retirarse y caminar directo a su habitación. Necesitaba relajarse tomando un baño. En medio de esa ducha alguien apareció en sus pensamientos, sin poder evitarlo las imágenes de Peter en las duchas de la preparatoria lo hicieron sentir algo que no había sentido por nadie. Con aquel chico en mente llevó una de sus manos a su cuerpo y usando toda la gran imaginación que tenía solo pude ver las maravillas que haría con Peter.

—Lo lamento tanto —había terminado de tocarse—. Por favor perdóname.

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Unas cuantas semanas después de aquella conversación con Gerard y Araya, el estado de ánimo de Chris cambió. Si ya era una persona amargada y con cero sonrisas en su rostro, ahora solo se podía ver el dolor y sufrimiento que por tanto tiempo tenía guardado en su interior. Todo el que veía a ese pobre ser en desgracia tenía un grado de compasión aún sin saber las razones por las cuales se encontraba de esa forma.

Argent que tenía la vista en el suelo la levantó y sus ojos captaron la imagen del Hale. Peter, que en ningún momento se dió cuenta de que el hombre que rompió su corazón, se encontraba a unos cuantos pasos suyos. Sus sentidos sobrenaturales se apagaron luego de haber sido destruido de la forma más ridículamente posible.

—Peter —escuchó que lo llamaban.

Dejó sus libros en el interior del casillero y vió a la persona que lo había llamado, su expresión era completamente nula, no había rabia, odio, tristeza o melancolía, al menos eso es lo que dejaba ver en el exterior, porque muy dentro de el todas esas emociones y más se encontraban visibles, solo por haber notado la presencia de Argent.

Mi dolor de cabezaWhere stories live. Discover now