Indiana Jones y el Castillo de las Sombras

Bedford. 1938

El aula estaba completamente tranquila, como solía ocurrir cada que había una clase del Doctor Henry Walton Jones Jr., mejor conocido como el arqueólogo Indiana Jones.

"Y con esto podemos concluir que... La Ciudad de Áztlan, según lo que descubrieron recientemente, estaría ubicada en alguna parte de..."

Los alumnos siempre estaban fascinados por las clases del profesor, sobre todo las alumnas, (aunque saber exactamente si ellas le prestaban atención a la materia o a quien la impartía era un misterio digno de una mejor investigación) siempre atentos y haciendo parecer del lugar más una capilla que un salón lleno de adultos jóvenes.

"Utah o... El oeste de México. Espero lo anoten, ya que esto vendrá en el examen... Ahora, sobre la teoría del templo subacuático del dios Tláloc, podemos recalcar..."

El decano de estudiantes Marcus Brody también vino al salón, entrando lo más sigilosamente que podía y parándose en una de las paredes del aula, pero a diferencia de otras veces no llegó al final de la clase, atrayendo las miradas de todos los presentes, incluido el mismo Indiana, quien de todos modos decidió continuar. Después de todo, no era tan raro que lo vinieran a visitar.

"Que la tecnología que se habría requerido para construir eso debería ser..."

"Ahem." – Exclamó Brody mientras se tapaba la boca, como si hubiera tosido.

Indiana suspiró y volteó a verlo – "¿Si, Decano?"

"Disculpen... Profesor Jones, lo buscan de urgencia en su oficina." – Exclamó Brody con su bonachona sonrisa.

"Marcus, ¿podría esperar un poco? Estoy a punto de empezar la siguiente lección." – Dijo el profesor con una risa suave pero tensa

"No si lo que la chica que lo espera en su oficina dice es verdad."

El aula de un momento a otro se volvió un festival de ruidos, desde vítores por parte de los alumnos hombres hasta mujeres sollozando suavemente. El profesor suspiró pesadamente y le hizo señas a los estudiantes para que se calmaran mientras tomaba sus cosas.

"Muy bien clase, hoy terminaremos temprano. Recuerden, la prueba de mañana será sobre las colonias, no olviden estudiar para eso."

Dicho esto, el profesor tomó su maletín, su abrigo y siguió rápidamente a Marcus, caminando los dos profesores uno al lado del otro por los pasillos.

"¿De qué se trata Marcus? No es usual que vengas antes de que acabe la clase, mucho menos a la mitad."

"Si te soy sincero, Indiana, no estoy tan al tanto como me gustaría de lo que ella quiere. Se resiste a hablar más que los de inteligencia."

"Tienes que estar bromeando, Marcus."

"Lo siento, Indy, pero ella dijo que era un asunto de vida o muerte, y que solo hablaría con el Doctor Jones presente."

"Temía que dijeras eso..."

"Te animará saber que ella dijo que esta podría ser la aventura más emocionante que hayas tenido hasta ahora."

"¿Más emocionante que sobrevivir a un culto o charlar con un verdadero cruzado? Lo dudo bastante" – El profesor le dio su clásica media sonrisa mientras se acercaba para abrir la puerta de su oficina.

"... U-un momento, ¿Cuándo pasó lo del culto?"

"No sabes todo de mí, Brody, al menos no aún. Tal vez te lo cuente yendo por un café cuando vuelva."

En cuanto Jones abrió la puerta su sonrisa desapareció para dar paso a una boca semiabierta. La chica que estaba sentada en la silla de visitas tenía un cabello negro como la noche, sus ojos eran una mezcla entre verde y azul con ligeros toques dorados, que parecían brillar con la poca luz de la habitación; entre todas las reliquias y tesoros de esa bodega/oficina, ella lograba destacar. La joven, que parecía haber salido del salón por sus facciones y su rostro juvenil, se levantó y extendió su mano sonriendo.