— Lamento escuchar eso ¿cómo se encuentra?
— Está bien físicamente, emocionalmente parece destrozada y no deja de repetir que está enamorada, Jake está muy frustrado y no sé si consigue ser lo suficientemente empatico.
— Lo entiendo, no sé qué haría si estuvieras en una situación así — admitió mi hermano.
— Por suerte mi mal gusto no llega tan lejos — intenté bromear.
— Me alegra escuchar eso — admitió Henry.
— Necesito volver a entrar para ver cómo está.
— Cuídate mucho, te amo.
— También te amo.
Volví a la habitación y encontré a Jake y Natasha en la misma posición que estaban cuando Henry me llamó.
— Deberías comer algo Nat, llevas muchas horas sin hacerlo — intenté hablar con voz suave, deseando no sonar fuera de lugar.
— True tiene razón, tal vez te haga bien.
Natasha asintió aunque no parecía convencida y juntos nos dirigimos a la cocina.
— Soy un desastre preparando comida — admití algo avergonzada — normalmente compro cosas listas, pero creo que hay suficiente para preparar unos sandwiches.
Jake se ofreció a prepararlos y nos sentamos en silencio a verlo trabajar. Unos minutos después todo estaba listo nos sentamos a comer. Nat solo dio pequeños bocados, aún tenía la mirada perdida.
— ¿Puedo tomar un baño? — preguntó con voz temblorosa.
— Por supuesto, puedo dejarte algo de ropa también.
Le mostré donde estaba el baño y le dejé ropa y toallas antes de volver a la cocina y preguntarle a Jake como se encontraba.
— No sé qué hacer para mantenerla alejada de Ethan — admitió Jake.
— Sé que es difícil, pero creo que solo puedes estar para ella.
— Lo sé, pero es frustrante.
Abracé a Jake intentando reconfortarlo y permanecí apoyada en su pecho hasta que Natasha entró a la habitación con el cabello mojado.
— ¿Quieres que te lleve a casa? ¿O prefieres hacer algo?
— Mejor me voy a casa, ya arruiné su cita de ayer — contestó bajando la mirada.
— No arruinaste nada, ya nos habíamos ido cuando Robert me habló.
Durante el trayecto a casa de Natasha, se mantuvo en silencio con tristeza en su rostro y la mirada perdida en la ventana.
— Esta es mi última semana con la casa sola — comenté intentando hablar de algo distinto a Natasha e Ethan.
— Que lástima, echaré de menos quedarme contigo — respondió Jake, acariciando mi brazo, con una sonrisa traviesa.
— Siempre puedes quedarte conmigo, a Henry no le importará.
— ¿Estás segura? — el escepticismo era obvio en la voz de Jake.
— Sí, más bien lo decía por si quieren hacer algo el fin de semana.
¿En qué momento pasé de no querer conocer a los amigos de Jake a invitarlos a casa?
— ¿Tu dices una fiesta? — preguntó Natasha con algo de emoción.
Dudé unos segundos antes de contestar.
— Algo como lo del viernes.
— Tal vez podrías invitar a Jenny – sugirió Jake.
Oh, estoy segura de que Jenny quiere conocerlos ¿yo quiero que se conozcan?
— Nathan también es divertido — comenté, pensando que me estaba volviendo loca.
— Suena como un buen plan, le avisaré a los chicos.
— Gracias por todo, True — dijo Natasha cuando llegamos a su casa.
— No hay de qué, cuando lo necesites.
Desearía poder hacer más por ella.
— ¿Cuando lo necesite gastarás 30.000 dólares en el médico? — preguntó Jake cuando encendí el carro.
— Efectivamente, lo haría.
— ¿Desde cuando te gusta hacer reuniones en tu casa?
Jake se apoyó en el asiento y giró ligeramente la cabeza para mirarme mientras hablaba.
— Desde nunca, creo que fue un arranque de estupidez — admití.
No estaba segura de cómo me sentía ante la idea de que mis amigos conocieran a Jake, no quería que Nathan se hiciera expectativas respecto a lo que había entre nosotros.
— Pero conocer a tus amigos suena como una idea interesante.
— No son tan interesantes como parecen, pero Nate puede ser un poco pesado — contesté, tratando de ser honesta.
— ¿Por qué? ¿Porque necesito su aprobación? — preguntó Jake
— ¿Por qué necesitarías su aprobación? — pregunté de vuelta.
— ¿Cómo le caía Calum?
— Calum no le agradaba a ninguno de mis amigos, creían que no era una buena influencia para mi. Pero siendo justos yo tampoco le agradaba a Luke.
— Lo bueno es que yo soy adorable así que les caeré bien — contestó, haciéndome sonreír — lo que sí me preocupa un poco es que mis amigos conozcan a los tuyos.
Touché.
Cuando lo propuse, pensé que se vería menos formal si simplemente invitaba gente a casa, no me había planteado lo incómodo que podía ser.
— ¿Paula es fan de Nathan? — pregunté preocupada.
— Oh, no, Paula está más enamorada de Ross.
¿Por qué todas aman a Ross? Nathan es mucho más divertido.
— Por suerte no planeo invitarlo.
— Pensé que eran amigos
— También es amigo de mi hermano y eso no siempre es bueno.
— ¿Le dirá a tu hermano si no te portas bien? — preguntó Jake, levantando una ceja.
— Henry no espera que me porte bien, le basta con que no sea un completo desastre.
Dejé a Jake en su universidad y conduje algo inquieta hasta el set, intentando no pensar en la terrible idea que había tenido.
No podía salir tan mal ¿o sí?
