Al llegar a casa me preocupé de acomodar a Natasha en el cuarto de invitados y le repetí que si necesitaba cualquier cosa me avisara, ella dijo que solo necesitaba dormir y abrazó la almohada.
Me dirigí a mi habitación, me puse pijama y me acosté junto a Jake y comencé a besar su cuello.
— No pensé que quisieras tener sexo después de lo que ocurrió — dijo Jake con una sonrisa.
— Creo que me servirá para distraerme.
— Siempre es un placer ayudarte en tu distracción — respondió, besándome también.
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Al despertar, Jake estaba abrazándome fuertemente y pude sentir su respiración en mi cuello. Me giré para verlo a los ojos y le sonreí.
— Buenos días — murmuré, aún medio dormida.
Jake respondió con una sonrisa y me besó en los labios.
— ¿Cómo dormiste? —preguntó con voz ronca.
— Muy bien, desearía seguir durmiendo todo el día —respondí mientras me acomodaba en su pecho.
La habitación estaba iluminada por la luz del sol que entraba por la ventana, y todo parecía tranquilo y en paz. Pero tanto Jake como yo éramos conscientes de que Natasha estaba en el cuarto de invitados y aún nos necesitaba, así que nos levantamos para ver cómo estaba.
Sin necesidad de abrir la puerta pudimos escuchar a Natasha gritando y llorando. Entramos apresurados y la encontramos hablando por teléfono, asumí que con Ethan.
— Por supuesto que te amo, pero no dejas de lastimarme — decía Natasha entre sollozos, Jake pareció perder la paciencia y le quitó el teléfono de las manos.
— ¿¡Cuál es tu puto problema!? — gritó en un tono de voz que llegó a asustarme un poco — no me interesa lo que pienses, aléjate de ella o voy a ir a la policía.
Natasha sollozaba y se abrazaba a sí misma de forma descontrolada. Jake arrojó el teléfono en la cama y se quedó mirandola.
— ¿Cómo puedes hablarle después de lo que hizo? ¿Qué estas esperando? ¿Que te haga más daño?
La voz de Jake sonaba molesta y preocupada al mismo tiempo. Natasha lo miró con los ojos llenos de lágrimas y negó con la cabeza.
— Jake, cálmate, por favor — dije en un susurro.
Jake suspiró profundamente y se acercó a Natasha para abrazarla. Ella se aferró a él y continuó llorando. Era evidente el dolor en el rostro de Jake mientras la sostenía, obviamente él también estaba sufriendo al verla en esa situación.
Permanecí de pie sin saber qué hacer, me sentía como si invadiera un momento íntimo.
Después de unos minutos, Jake y Natasha se separaron y ella se sentó en la cama, todavía temblando.
Mi teléfono sonó y ambos me observaron, vi que era Henry y salí de la habitación excusándome.
— ¿Hola?
— Hola ¿cómo estás? — preguntó con voz preocupada.
— Estoy bien ¿cómo va todo en Londres?
— Todo bien — Henry sonaba incómodo y comprendí hacia donde iba la conversación — vi que gastaste mucho dinero en una clínica ¿de verdad te encuentras bien?
— Pagué la cuenta de otra persona — contesté en un susurro.
— ¿Vas a contarme que pasó?
— Solo dame un segundo — atravesé la casa y salí al patio, procurando estar donde nadie me escuchara — algo pasó con una amiga de Jake, su novio la golpeó y no quería que sus padres se enteraran.
