27

0 0 0
                                    

CAPÍTULO VEINTISIETE

Saoirse

El cielo truena y relampaguea anunciando la tormenta que se avecina. El cielo se oscurece de inmediato debido a las nubes negras y el agua comienza a caer empapando a todos los que se encuentran afuera, incluidos nosotros.

El señor Duffy nos observa fijamente sin quitarnos la mirada ni un solo segundo. Caín se encuentra bajo el umbral de la puerta mientras limpia su cara. Cormac mientras tanto se limita a observar al señor Duffy analizándolo, hay veces en las que quisiera ser bruja para saber en todo lo que piensa.

La tormenta sigue y el señor Duffy me toma del brazo adentrándome a la casa y, ya estando adentro de ella, enciende la luz y observo aquel lugar lleno de cosas por todos lados. Al mismo tiempo varios animales entran a la casa como si de una reunión familiar de tratase.

Bueno, a estas alturas es capaz de ser verdad, al parecer seremos unos invitados en su fiesta familiar cuando cada uno de ellos se convierten en humanos y nos observan sonriendo. Aquello me perturbaba, solo había visto a una lechuza convertirse en hombre y eso no me traumó y cuando vi a Ronan convertirse en hombre lobo no me afectó mucho. Pero ver a un gato, una iguana e inclusive a un insecto convirtiéndose en un humano es lo más traumático que he presenciado hasta ahora.

—Bienvenidos a la casa Duffy –dice levantando sus manos y los demás lo imitan–, parece ser una casa abandonada por el desastre de las cosas en el suelo, pero créanme que las demás casas que tenemos por todo el país son mansiones que se limpian tres veces por semana, esta casa solo es la del trabajo sucio.

—¿Por qué ellos están aquí, padre? –Pregunta una chica detrás de él–. No sabía que tendríamos visita el día de hoy, ¿son personas importantes?

Él asiente viéndonos como si fuéramos un premio que vale millones y la chica me observa sonriendo. Le devuelvo el gesto y siento como mi cuerpo se eriza ante el mensaje que recibo de su parte.

Deben de irse lo más rápido que puedan o será muy tarde.

Niego.

—Son los Doherty, hija mía, son los que tanto menciona la vieja leyenda de nuestra existencia. ¿Te acuerdas de aquella vieja leyenda que te conté una vez acerca de dos hermanos que nacieron para ser los héroes del país? –Ella asiente–. Pues la leyenda habla acerca de estos dos que tienes aquí frente a tus ojos, ellos son los héroes de los que tanto has escuchado hablar.

Niego.

Esto no puede estar pasando, ella no puede ser hija de él, eso significaría que mi padre, el otro señor Duffy, es hermano de esta chica que tengo al frente. Niego una vez más para sacarme todas las ideas de mi cabeza. Caín se acerca a mí pero antes de poder tocarme un simple mechón de cabello, un chico lo toma por el cuello atrapándolo.

Cormac corre para liberarlo pero otro chico lo detiene.

—¿Qué estás haciendo? –Pregunto–. Dijiste que tenías algo que decirme, más te vale que me lo digas pronto para no molestarlos más.

Él se ríe.

—Creo que es algo que ya lo sabes pero que finges no saberlo. Solo ponte a pensar en aquellas personas malas que has conocido en todo este tiempo, piensa en aquellas que quieren matarte o que trataron de matarte. Dime Saoirse, ¿ya sabes quien soy? ¿Sabes quienes son mis hijos? ¿Sabes por qué estás aquí?

Niego.

—Eres un hijo de puta –dice Caín–, solo quieres matar a todos para adueñarte de todo. Dile la verdad a tu hija, cuéntale acerca de lo que quieres hacerle a tus otros hijos.

—¿De qué habla? –Pregunta la chica.

—De nada importante, solo no les prestes atención porque quieren meterte ideas erróneas a la cabeza sobre mi, cualquier cosa que salga de sus bocas es pura mentira.

Niego.

—¿Qué tienes que decir, Caín? Escúpelo de una buena vez por todas antes de que nos maten a los tres.

—Vamos señor Duffy –dice Caín tratando de enfrentarlo–, cuéntale a todos que trataste de matar a tus dos hijos licántropos . Cuéntales a todos aquí que los tienes bajo un hechizo que en cualquier momento lo puedes romper con un solo chasquido de tus dedos.

—Papá.

—Diles –sigue diciendo Caín–, diles que fuiste tú quien mató a Deirdre y a Ronan y que los revivió después. Cuéntale a tu hija que también planeas hacerle lo mismo a ella.

Me quedo helada.

No tengo palabras que decir, mucho menos reacción alguna a todo lo que Caín está diciéndole en la cara. Si fue él quien asesinó a sus hijos solo quiere decir que fue una trampa para sacarnos de esa casa rápido.

Niego.

—¿Es usted papá de Deirdre y Ronan Barry?

Asiente.

—¿Sorprendida, Saoirse? –Cuestiona–. La razón por la cual su apellido es Barry y no Duffy es porque decidí que llevaran el de su madre de primero antes que el mío, así pasarían fácilmente sin ser localizados por mis enemigos.

—¿Qué hay del libro Barry? Dudo mucho que la historia detrás de ese libro sea cierta si todo fue un plan que usted creó para confundirnos a todos nosotros.

—Todo fue planeado por mí, el libro tiene contenido falso y todo lo que está escrito en el no tiene nada relevante. Incluso escribí comentarios falsos que encontré en otros libros solo para pretender que habían leyendas detrás del apellido Barry.

—¿Saben Deirdre y Ronan que tienen una hermana?

Niega.

—Y no solo la tienen a ella como hermana, tengo muchos más hijos en varias partes, siendo uno de ellos tu padre y ahora que tengo una adoptiva llamada Nessa. Espero que la conozcan pronto, es muy carismática.

La tierra tiembla, los destellos caen por toda la casa y las ventanas explotan al mismo tiempo que las paredes se caen. El polvo se levanta dejando la vista borrosa. La lluvia sigue cayendo y siento como un brazo me jala y me pega junto a él.

La gente dentro de la casa grita, los destellos siguen cayendo sobre la casa y comienzan las explosiones que hacen que la gente pida ayuda. A mi mente llega la idea de que tal vez son todos esos chicos que no tienen poderes capaces de usar como protección o que solo son capaces de transformarse en humanos. Obtener el poder en la familia Duffy es diferente a las demás, por lo tanto dudo mucho que tengan alguno que los ayude.

Los brazos de la persona que me saca de la casa son fuertes, puedo oler un perfume en particular y también puedo escuchar como su estómago ruge. Eso último me hace reír y cuando salimos del humo y polvo observo a Cian sonriendo.

—¿Cómo sabían que estábamos en problemas?

—Siempre sabemos cuando uno de nosotros lo está, solo es cuestión de creer en nuestra corazonada y actuar rápido.

—¡Saoirse! –Grita Eoin acercándose corriendo–. ¿Estás bien?

Lo abrazo.

—Lo estoy, pero necesito contarte algo lo más rápido posible. Los Barry son hijos del loco.

Eoin niega.

—Eso no puede ser posible.

—Créeme lo que te digo, además Deirdre y Ronan siguen vivos a causa del hechizo que él les lanzó, si están vivos solo puede significar que están buscándonos.

—Lo dudo mucho, no creo que nos estén buscando a nosotros. Más bien creo que están buscando a su padre para hacerlo pagar por todo el daño.

Adare ✔️Kde žijí příběhy. Začni objevovat