𝑨𝑪𝑻 𝑽𝑰

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𝑺𝒊 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒂𝒎𝒂𝒓, 𝒅é𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒔𝒕𝒓𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒖á𝒏𝒕𝒐 𝒔𝒊𝒈𝒏𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒎𝒊 

LOAK POV'S

-Bueno, ahora no estas sola- quiero creer que es válido que tu hermano te caiga mal- ¿Podemos venir a visitarte?- preguntó mientras le acariciaba la cabeza, lo mato.

-Por supuesto, son bienvenidos- ella le sonrió y yo sentí mi corazón estrujarse.

-Loak- mire a Tsireya y nuevamente me invadí de paz, ella tenía ese efecto en mi, de alguna manera el tan solo mirarla me llenaba de paz- Hay que irnos, el eclipse se acerca- 

-Es cierto, tienen que irse- todos miramos a Thais quien se estaba sacudiendo la arena del cuerpo- Pueden venir las veces que quieran, cuando quieran y a la hora que quieran- Neteyam le sonrió y ella lo ayudó a ponerse de pie, él puede solo, maldita sea.

-Hora de irnos- dijo Neteyam mientras se dirigía a su Ilu. Ayudé a Tsireya a ponerse de pie y me dirigí a mi Ilu junto a los demás. 

-Hasta pronto, Pececito- voltee a verla y le sonreí

-Hasta pronto, Solecito- 

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Luego de aquel día todos habíamos sido castigados ya que no nos lograban encontrar por ningún lado, por lo que no hemos podido salir del arrecife por más de dos semanas, aunque no era un inconveniente en si, este tiempo me la había pasado con Tsireya. Aunque lo que me molestaba era que los únicos que no fueran castigados hayan sido Neteyam y Kiri, según mi padre ellos nunca causan problemas por lo que lo dejaría pasar. Kiri va de vez en cuando a la isla de Thais para no levantar sospechas, mientras que a Neteyam no se le ve durante todo el día y nadie cuestiona nada.

-¿Qué tienes, mi niño?- me encontraba afilando las flechas con mi madre y limpiando las armas.

-No es nada, mamá- deje una flecha a mi costado junto con las demás y tomé otra.

-Te conozco, Loak- se acercó a mi y puso una mano en mi hombro- Es por una chica, ¿No es así?- ella tenía razón, era inútil ocultarlo.

-Así es- 

-¿Y cuál es el problema?- dudé en decirle, pero ella podría ayudarme.

-Hay dos chicas- al mirarla a los ojos note cierta sorpresa en ellos, creo que esto irá mal- con una de ella me siento en paz, a salvo- di un fuerte suspiro- pero con la otra tengo este remolino de emociones que no me dejan pensar con claridad- me sentía frustrado al no saber qué hacer con ellas.

-¿Y de qué manera las ves tú?- nunca había pensado en eso, ni quería- ¿Qué te gusta sentir más, mi niño?, ¿Paz?, ¿O ese remolino de emociones?- 

-Paz, me gusta sentir paz- 

-Entonces ahí tienes tu respuesta- no quería aceptarlo. Estar con Thais era como estar en un nuevo mundo, uno donde todo siempre es increíble y hermoso, mientras que estar con Tsireya era estar en el mundo que ya conozco, pero lo vivo en completa paz, sin preocupaciones, disfrutándolo. 

𝑬𝑵 𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑹𝑨𝒁Ó𝑵 𝑫𝑬𝑳 𝑴𝑨𝑹| 𝑳𝑶𝑨𝑲 𝑺𝑼𝑳𝑳𝒀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora