Parte 1

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[Antes del giro radical]

Los Ángeles, California.

—¡Feliz cumpleaños Lu, te amo!

Su mejor amiga le abrazó, acercándosele. Estaban celebrando su cumpleaños en un club de la ciudad, lo habían rentado para esa noche. Luka, el vocalista de Lost Kingdom estaba cumpliendo dieciocho años. Él solo sonrió mirándola y recibiendo su abrazo, un poco ebrio y ella también.

Max luego se alejó, primero tomó un trago de vodka en la barra y se alejó de él, fue cuando entonces, sentando en la barra sin compañía, aunque el lugar estuviera lleno de todas sus amistades y conocidos la admiró acercarse a uno de sus mejores amigos y compañero de banda que la abrazó. Soltó un suspiro pesado conduciendo a sus labios la botella de cerveza que sostenía, se sentía solo, solo en un sitio repleto de todos los que le conocían.

Unas semanas atrás había terminado con su exnovia porque la distancia los estaba apartando cada vez más, sus agendas ya no coincidían y su relación estaba desmoronándose.

Alena... la extrañaba.

Y las cosas con su mejor amiga eran parecidas a las de su exnovia, desde que Lost Kingdom se hizo un nombre en la industria musical se les era muy difícil coincidir.

Ya había perdido a su novia, no quería perderla tampoco a ella.

La miró reír y besar a Caleb, su amigo y el chico con el que Max se encontraba saliendo en una relación sin etiquetas. Frunció los labios, por un instante deseó ser él a quien ella besaba. Tenía un pequeño platónico hacia su mejor amiga y ese era su secreto mejor guardado, bueno... ese y lo que a veces sucedía entre ellos.

Atascado una y otra y otra vez,

Ya no sé qué hacer.

Esta mal, ambos lo sabemos,

No queremos herir a las personas que queremos.

—¡Eh, Luka!

Holden se había acercado a él y ahora se encontraba frente suyo, muy vivaz y alegre.

A ese chico le agradecía muchísimo desde que lo contactó para que su banda fuesen los teloneros de la suya en el tour de Black Rhythm dos años atrás. Eso los había impulsado y dado un lugar en la industria.

—¿Sí? —preguntó mirándole.

—La fiesta seguirá en mi casa ¿te unes?

El baterista de Black Rhythm tenía una casa en Laurel Canyon en la que ya había estado antes y asistido a una serie de fiestas que habían tenido lugar en ella. Él y apenas compartía una casa en Santa Monica con los chicos, uno de sus sueños ambiciosos era costearse una residencia en Bel Air.

—Si, obvio que si —respondió.

Holden le sonrió y le palmeó la espalda.

Una hora después, casi las cuatro de la mañana la mayoría de los invitados ahora estaban en la casa del baterista. Un par de chicas se le habían acercado a Luka con la intención de atraparlo, pero él no estaba realmente interesado por tres razones:

1. Algunas eran groupies, esas realmente no le iban.

2. Las que no eran groupies y estaban en el ojo público tal cual como él le daban una sensación extraña.

3. La única chica con la que interesaba tener sexo esa noche era muy probable que tuviera sexo con su mejor amigo.

Así que por eso solo sería un espectador ebrio del mundo la noche de su cumpleaños.

Padres Inexpertos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora