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──EN ESTE momento vos estabas arreglandote para ir a una cita con tu ahora novio, Cristian Romero, la verdad no tenían mucho tiempo saliendo, pero eran la bomba del momento para las personas que conocían aquel amor que ustedes se tenían. No tenías pruebas, pero sabías si llegaban a hacer su noviazgo público el amor que reflejarian en las cámaras es el mismo que se tienen fuera de ellas.
Cuando te terminaste de colocar los aros sonreiste. Te miraste un rato en el espejo y después de sentirte satisfecha con tu "trabajo" saliste de la pieza y agarraste las llaves del auto para luego salir del apartamento y emprender camino al restaurante.
En el camino ibas pensado que de seguro Cris estaría un poco decepcionado o enojado con el mismo, porque ayer perdieron el partido contra Arabia y vos no sabías como "animarlo"
Al llegar al lugar sonreiste agarraste tu bolso y con paso decidido entraste al lugar, y lo primero que lograste visualizar fue a el defensor tapado con unos lentes de sol.
─Hola, Cris.─Saludaste a tu contrario con una sonrisa y un beso en los labios para acto seguido sentarte frente a el.
El restaurante era uno "alejado" del bullicio de las personas, pues no querías que nadie los viera. Si se enteraba tu padre...
─Hola, mi amor.─Te saludó con una sonrisa característica de el, pero te diste cuenta de que no tenía el mismo brillo que siempre.
─¿Ya ordenaste, cielo?─Preguntaste, pero no recibiste respuesta de su parte.─Cris...─Seguiste insistiendo para llamar su atención, pero nada lo hacía volver en si.
La vieja confiable. Pensaste...
─Romero.─Ahora si llamaste su atención al usar el "apodo" que vos casi nunca le decías y solamente lo usabas cuando estabas enojada o cualquier situación "extrema".
─¿Mmm?─Levantó la mirada, podías notarlo ido.
─Sé y estoy consciente de que vos y el resto de la selección estaban muy ilusionados con el primer partido y lastimosamente lo perdieron, pero ahora es que quedan más partidos, Cristian, ponele que esto fue un "golpe de realidad" para decirles que no se confíen y mejoren las estrategias... Te aseguro que el resto de partidos los ganaremos al igual que esa copita.─Le susurraste a la vez que unias tu mano con la de el y le empezabas a dar mimos.
