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Libro para escribir las escenas que no puedo poner en mis historias AJSKAJA
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Este mundo permite que aquellas almas gemelas puedan reencontrarse en otra vida cuando sufrieron mucho en el pasado y también a todas aquellas que dejaron promesas sin cumplir por la crueldad en la que se vive por las noches.
Y no importa en la forma que se vuelvan a encontrar.
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- Tecchikawahara-sama me dijo que cuidaré de su salud mientras se encuentra aquí hasta que Haganezuka-san sea encontrado, Kamado-kun - informaste amablemente al chico cazador de cabello borgoña con una sonrisa, pero él no podía verla ya que traías la máscara que usan los de la villa de los herreros.
- ¡Muchas gracias! ¡Le prometo que no daré molestias! - él sonrió de igual manera y se inclinó por respeto.
- Si es de su agrado, puedo mostrarle la villa, contamos con aguas termales que curan cualquier tipo de mal - sugeriste.
- ¡Sí, gracias! - asintió con otra sonrisa.
Ante eso llevaste al joven cazador recorrer la aldea, le mostraste como forjaban las katanas y todo lo que conlleva cada una de ellas, el chico parecía quedar asombrado por todo lo que veía y te era tierno poder apreciar sus graciosas expresiones.
Al último lo llevaste a las aguas termales y se quedó un buen rato ahí, mientras que tú veías lo de su cena. Como te encargarías de él en toda su estadía ahí debías tener en cuenta todas sus necesidades.
La cena la terminó compartiendo con la pilar del amor y su pequeña hermana demonio, no preguntaste nada sobre la menor ya que se sabía que había un cazador que iba a misiones con un demonio que estaba del lado de los humanos.
- Le pido que descanse, Kamado-kun, si necesita algo hágamelo saber en cualquier momento - dijiste con voz suave al chico antes de interrumpir su compañía con la pilar.
- ¡Le agradezco mucho, _______-san! ¡Buenas noches! - agradeció y sonrió cerrando los ojos a su paso. Al saber que no podía ver por completo tu rostro terminaste por inclinarte para despedirte e irte de ahí.
