Noté como él resopló y con una de sus manos me acercó más a él.

—Eso da igual—contestó con voz ronca—Preciosa, siento haberte hablado así antes.

Me acurruqué un poco más y negué con la cabeza.

—Da igual—murmuré mientras notaba como el cansancio se comenzaba a hacer paso en mi cuerpo—Te quiero.

Frey dejó un último beso en mi pelo antes de quedarnos dormidos.

—Y yo a ti más.

✠✠✠

Los siguientes días en la casa de los Stein fueron mucho más tranquilos.

Frey ya estaba completamente recuperado de su lesión e intentábamos pasar el mayor tiempo juntos.

De hecho, esa paz duró hasta una noche en la que nos encontrábamos toda la familia en el salón.

Me encontraba recostada en las piernas de Frey medio dormida mientras Kaia tocaba el piano y Mila leía un libro en uno de los sofás.

El ambiente melódico que envolvía la sala fue abruptamente interrumpido por Heist, entrando de golpe en la casa con una chica inconsciente sobre su hombro.

Mis ojos se abrieron como platos y me levanté prácticamente al instante.

—¡Heist! ¿Pero qué...?—exclamé, siendo interrumpida por él.

—¡Cállate o se despertará!—me ordenó el rubio consiguiendo que guardase silencio mientras él se la llevaba escaleras arriba.

Miré a Frey, el cual no estaba para nada confundido; básicamente, según su expresión, daba a entender que lo que acababa de suceder era lo más normal del mundo.

Kaia, después de quejarse por la interrupción, continuó tocando el piano y Mila subió detrás de Heist.

—Frey, ¿no deberíamos hacer algo?—le pregunté alarmada, a lo que él se limitó a colocar un brazo en mi cintura consiguiendo que me recostase sobre su abdomen.

Dejó un beso en mi pelo y comenzó a acariciar mi espalda cuando murmuró lo siguiente:

—Duérmete preciosa—murmuro mientras se inclinaba y dejaba un beso en mi pelo—Son cosas de familia.

✠✠✠

A la mañana siguiente, cuando desperté, los Stein me hicieron un resumen de lo que había sucedido con la chica de anoche; su nombre era Jessie, era una chica que venía de un pueblo en el que sospechaban que era "manipulado" por una gran secta religiosa, que abusaba de las chicas y vete tú a saber que más.

Por supuesto, los Stein habían decidido involucrarse y de hecho, ya estaban planeando todo; nuestra tapadera, la casa, el instituto, los sospechosos...

Unos copos acababan de comenzar a caer en el amplio jardín de la mansión y salí al exterior cubierta en una manta, para distraerme un poco del barullo que había dentro de la casa.

El hecho de tener que mudarme en un año para ir a hacer Dios sabe que a un pueblo de pirados, no hacía nada más que inquietarme.

Mi pierna había comenzado a moverse rápidamente hacia arriba y hacia abajo, cuando noté como alguien se sentaba a mi lado.

No me hizo falta girarme para saber que era Frey.

—¿Qué te pasa?—me preguntó con un tono de voz un tanto neutral.

Mordí mi labio inferior valorando la opción de mentirle, pero supe que me conocía demasiado bien como para saberlo.

Me giré hacia él encontrándome con sus preciosos ojos azules y lo solté:

—Me da miedo Frey—confesé con la voz un poco débil—Queréis ir a un pueblo lleno de pirados a ¿exterminarlos?, no lo sé, pero me da mala espina y ese pueblo...

Frey me cortó al instante, atrayéndome con una de sus manos a su pecho para sujetarme con la otra de la nuca y unir nuestros labios.

Mis miedos se esfumaron al instante mientras movía mis labios en sincronía con los suyos y pasaba mis brazos por sus hombros; enredando una de mis manos en su pelo mientras Frey delineaba mi labio inferior y me sacaba un leve suspiro.

—No tienes que tener miedo—murmuró contra mis labios.

Entonces Frey se separó de mis labios y dejó un beso en mi frente, consiguiendo que después colocase mi rostro en el hueco de su cuello mientras me abrazaba.

—Y recuerda una cosa, meine liebe —murmuró contra mi pelo—Wilson es un pueblo de monstruos, pero los Stein somos una familia de cazadores.

✠✠✠

¿Quién más a reconocido a Jessie? jejjejje

𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐏𝐨𝐬𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧│𝐅. 𝐒│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora