Julie Y Claudia (TERMINADA)

Capítulo 34

Tres meses han pasado desde que Claudia y Julie empezaron a salir.

Muchas cosas han pasado, cosas buenas como Gabriel por fin encerrado por el abuso cometido a Claudia y a Brissa. Quedando la custodia de Gabito en poder absoluto de Claudia.

Y otras no tan buenas como Claudia mudándose a un departamento propio llevándose con ella a Gabito. Pues Julie había quedado de nuevo sola, la casa sin ellos se sentía vacía, extrañaba ver los juguetes del pequeño por todo el piso, extrañaba la deliciosa comida de Claudia, extrañaba dormir con ella, abrazarla, besarla, extrañaba tanto simplemente convivir con ella día a día y poder mirarla.

Desde que Claudia se mudo las cosas cambiaron mucho. Casi no se veían, Claudia no tenía tiempo para ellas, entre su trabajo y el hecho de que ahora Gabito asistía a la escuela. Sus horarios se complicaron, ponía su responsabilidad como madre por arriba de todo. Y eso Julie lo entendía totalmente, lo que no lograba entender es porque Claudia no la dejaba ser parte de eso, a duras penas había visto a Claudia en dos ocasiones en un mes, pero de Gabito no sabía nada, Claudia no la dejaba ser parte de la vida del niño y eso la tiene muy frustrada.

— Pero que hermosa — Julie se acerca a la cocina y abraza a Claudia por la cintura, este día la rubia la ha invitado a desayunar en casa pues era su día libre y Gabito se encontraba en la escuela.

Es el día perfecto para estar juntas.

— Me vas a desconcentrar y se me va a quemar todo, cariño.

Pero Julie la ignora y deja un par de besos sobre los hombros de Claudia que se encuentran descubiertos a causa de su blusa escotada.

— Me gusta mucho la vista trasera, lo siento.

Claudia sonríe y rueda los ojos cuando siente su trasero arder después de que un fuerte estallido se escucha cuando Julie estrella su mano contra su piel.

— ¡Oye! ¡Me dolió, tonta!

— ¿Te dolió igual o más de lo que te gusta?

— Mmm, definitivamente me gusta más de lo que me duele.

Entre risas y besos terminaron el desayuno y platicaban alegremente mientras comían. Julie extrañaba tanto esos momentos, momentos que se habían vuelto casi raros de suceder.

Pero definitivamente estaba feliz, feliz de estar ahí, de estar conviviendo con su novia, de estar platicando con ella, de poder escuchar su risa, de poder sentir de nuevo que su relación va hacia algún lado.

— ¿A que hora hay que ir por Gabito a la escuela?

— Hanna y Kary pasarán por el hoy. Pasará un día con sus tías. — Claudia se acerca pasando los brazos al rededor del cuello de Julie — por que yo hoy quiero estar con mi novia.

— Me gusta cuando lo dices.

— ¿Ah sí? ¿Te gusta ser mi novia?

— Mucho.

— ¿Mucho?

— Me encanta ser tu novia.

Claudia besa a Julie con una gran sonrisa en el rostro, el beso es un poco extraño causa de que ninguna puede borrar la gran sonrisa de sus rostros.

Claudia adora a Julie, últimamente han tenido problemas, la castaña le reclama siempre sobre el poco tiempo que pasan juntas y la acusa de querer alejarla de su hijo. Pero esa nunca ha sido la intención de la rubia, simplemente apenas esta aprendiendo a tener su independencia, apenas esta aprendiendo a valerse por si misma.

Durante años vivió con un hombre que no sólo abusaba de ella, si no que también destruía día a día su confianza en sí misma, su amor propio, un hombre que la hizo sentir insuficiente, que la hizo creer que sin él no era nada, que la hizo creer que nunca podría salir adelante sola.