Capitulo 8

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Escapo.

Por más de que corrió y corrió detrás de él no logró alcanzarlo, solo se distrajo un segundo cuando Hanna y Kary habían empezado a actuar desesperadamente al ver mal a Danna, quiso tranquilizarlas y entonces ese maldito bastardo aprovechó para largarse.

Siente la frustración recorrer todo su cuerpo y unas ganas grandes de acabar el mismo con su existencia, se atrevió a tocar a la pelirroja, y aunque el aún no la conociera sabia que era realmente importante para Hanna, y ella había sido como su hermana desde el instituto, siempre había estado detrás de ella, cuidandola, protegiendola, respaldandola. No era fácil que Hanna perdiera el control y hace tan solo unos minutos la vio hacerlo.

Regresa a aquel lugar enfadado, una ambulancia se está quitando del lugar a toda velocidad, puede ver a mucha gente curiosa alrededor, se acerca a Kary quien se encuentra con un niño abrazado a su pierna, ella lo mira preocupada.

-Hanna se fue con ella - le dice cuando nota la duda en la mirada del hombre - no quería separarse de ella y yo no podía dejarte aquí solo, eres nuevo en la ciudad - le sonríe, pero el no la mira, sus ojos están clavados en el piso, sus puños están cerrados. - Josh - lo llama - No podías hacer nada más, nos descuidó a todos, Josh, mírame, lo importante es que Danna esté bien.

Josh, el capitán del equipo de fútbol, el chico más guapo del instituto, aquel por el que la mayoría de las chicas se moría, pero no era el típico casanova. No sé acostaba con una chica diferente cada día, no le interesaba ser popular, simplemente se le daba bien. De hecho tenía muy buenas notas, era magnífico en el deporte y estaba enamorado de Hanna, pero desde el momento que supo los gustos de la chica se convirtió en su secuaz, su cómplice, su amigo. El siempre la cuidaba, si Hanna necesitaba ayuda el estaba ahí, y así fue desde siempre. Es la lesbiana sexy que le encanta, jamás la abandonaría.

Había superado sus sentimientos por la ojopardo hacia ya mucho tiempo, le encantaba saberla feliz con la pequeña Kary. Se enamoró de nuevo de otra mujer, pero no le fue muy bien, una promesa, un anillo y un corazón roto después lo tenían justo frente a Hanna, había llegado a la ciudad a visitar a su querida amiga, la cual al saberlo regresó de su viaje junto con su novia para reunirse con el, planearon una tarde juntos con Danna y Gabito, se supone que pasarían una tarde muy divertida, jamas se imaginaron encontrarse con tal situación.



~•~



-No me he acostado con nadie en este semana - reniega frente al espejo - y yo soy lo suficientemente estúpida como para creerle - Brissa toma su cabello en una coleta, se siente realmente dolida, había sido su primer encuentro con Julie y definitivamente no era así como siempre lo había imaginado.

Al principio todo iba bien, Julie toco a su puerta y se mostró nerviosa ante ella, se sintió importante, pudo notar como la miraba, se sintió deseada, pero entonces entró esa maldita rubia oxigenada en escena y lo arruinó todo.

Se castiga a si misma recordando una de las pláticas más recientes que tuvo con Julie por la ventana del baño. "Esa rubia realmente me dejó exhausta", ahora conocía el rostro de esa rubia, tenía que reconocer que era realmente linda, pero nunca como ella, nunca más que ella.

No la conocía, no sabía su nombre, no tenía idea de porqué continuaba en el departamento de Julie si ella nunca deja a nadie quedarse, eso era lo que más le enojaba, porque entonces algo era diferente con esa rubia, algo estaba raro en toda esa situación, pero nadie le robaría a Julie, ella se había ganado el cariño de la ojimiel a pulso, la hizo interesarse por ella, por su personalidad, sus ideas, sus ambiciones, jamás se mostró ante ella porque no quería ser como todas las demás, solo una cara y un cuerpo bonito, ella quería ser diferente. Ninguna mujer le quitaría lo que tanto le había costado.





~•~




Julie nunca había sentido miedo ante las películas de terror, le temía más a Kary con un tenedor que a esas ridículas y exageradas escenas, pero Claudia por el contrario estaba totalmente atemorizada, abrazaba con fuerza a la mujer a su lado mientras observaba la pantalla totalmente inmersa en la película.

Julie la observa, es tan linda, es justo como la recordaba, tiene esos ojos tan bellos y esas mechas rubias brillando como si de un angel se tratara, su piel sigue siendo tan suave. Pero había algo que era diferente y eso era la personalidad de la chica asustada, esa no era la gran Claudia, su actitud extravagante, su manera de hablar y hablar sin parar, decir lo que piensa sin importarle lo que los demás crean, sus acciones tan espontáneas, su sonrisa constante ya no estaban ahí. Ahora solo era una chica callada, tímida, muy cerrada, muy pocas veces habían cruzado palabra y por más que la ojimiel preguntara Claudia siempre permanecía en silencio.

No nota que la película se ha acabado hasta que Claudia le pide que vayan a dormir y que por favor no la deje sola, la mira sorprendida, se ha perdido más de la mitad de la película por estar la mirando a ella y pensando en el pasado.

-¿Entonces si vamos a dormir ya? - pregunta de nuevo la rubia, Julie sonríe de lado, no puede evitar sentir una sensación extraña en el pecho, esa nueva Claudia le da tanta ternura - por favor, tengo miedo.

Es imposible negarse a esos ojitos de perrito triste y asustado, asiente y la sigue a la habitación, Claudia no suelta su mano, realmente teme que se le aparezca algún espirito maligno en el camino y tomada de la mano de la ojimiel se siente más segura.

-Julie - dice una vez que están dentro de la habitación, Claudia se recuesta en la cama y observa a la chica a punto de desnudarse como cada noche - por favor no te desvistas hoy - la ojimiel la observa confundida, ¿acaso cree que puede darle órdenes?

-¿Por qué? - pregunta a la defensiva, Claudia se esconde dentro de las sábanas, tiene pena de decir lo que tiene en mente, pero realmente esta asustada.

- Quiero abrazarte esta noche - sus ojos apenas se notan sobre la sábana, Julie levanta una ceja confundida - tengo miedo y quiero abrazarte solo un poquito - continua - pero si estás desnuda no voy a poder hacerlo.

Julie sonríe, cada noche ha dormido desnuda como de costumbre, sin embargo Claudia siempre se acuesta antes cubriéndose de pies a cabeza para no verla, y se acomoda en un ladito de la cama, lo más alejada a la ojimiel para no tocarla, no sabe como sentirse ante la petición de la rubia, siempre se ha sentido rechazada por la poca atención que Claudia le daba, pero el que le pida mantenerse vestida para poder dormir abrazado le ha removido el corazón.

No responde, simplemente se coloca ropa cómoda y se recuesta al lado de la rubia, quien no tarda en abrazarse a su cintura y colocar la cabeza en su hombro, Julie la rodea con el brazo, no la mira, ella observa el techo, y Claudia tampoco la mira, tiene los ojos cerrados.

Ella es su lugar seguro.

Julie Y Claudia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora