―Que-quelo a papi ―sollozó―, a ma-mami...

―¿Papá? ¿Mamá? ―la voz de ese hombre era grave, dura―. Tú no tienes eso, Muñequito ―sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas―. Tú eres un Muñeco de Porcelana, ¿lo has entendido? Y los muñecos no hablan y no escuchan ―soltó un sollozo cuando el desconocido lo agarró del cuello, apretando con suavidad―. Mañana comenzaremos con tu entrenamiento.

TaeHyung no entendía nada. TaeHyung sólo quería despertar de ese horrible sueño en el que estaba.

·❅·

Taeyeon acarició el cabello de TaeHyung, tarareando en voz baja, y su hijo se acurrucó más a su lado, medio dormido.

Te di mi mundo porque eras mi todo —cantó con voz dulce, observando la sonrisa de placer del chico—, te di mi invierno y verano, también. En esas frías y cálidas estaciones, ¿te vas a quedar conmigo realmente? ¿Lo harás?

TaeHyung besó la mejilla de su mamá, sin poder dejar de sonreír, para luego mirar hacia la puerta cuando fue abierta y Jin apareció.

—Vamos, TaeHyung, es tu turno —le dijo Jin, y el chico se puso de pie, entrando a la oficina del psicólogo y yendo a sentarse directamente al puf pera que era su favorito—. Bueno, ¿cómo has estado?

El menor, en lugar de contestar con gestos, sacó su libretita y lápiz, comenzando a escribir algo. Jin enarcó una ceja, curioso por ello, pues TaeHyung solía escribir sólo cuando se sentía muy confundido con sus sentimientos, ya que con gestos le costaba expresarse bien.

Tomó la libretita, palideciendo al ver el mensaje.

Estoy recordando cosas.

Su primera reacción era llamar al policía a cargo del caso, Cho Kyuhyun, pero sabía que debía proceder con cuidado. Sabía que no debía llamar la atención de Tae, porque podría bloquearse otra vez.

¿Qué cosas? —preguntó, sentándose frente a él.

TaeHyung se balanceó en su lugar, recibiendo la libretita, y Jin sintió que estaba frente a un niño pequeño.

Tal vez, en ese instante, Tae era sólo un niño que necesitaba ayuda.

Recuerdo a Perrito. Perrito era mi mejor amigo. Perrito hablaba mucho, no ladraba, no importaba cuánto se esforzaran por entrenarlo. Era un mal Perrito, pero aun así, yo lo quería mucho. Le dije muchas veces que fuera bueno, pero no me hacía caso.

Jin sintió su estómago apretado. Perrito. Park Heejun, el primer niño encontrado muerto, destrozado, y que inició todo el caso. Seokjin tuvo que leer todos los informes para comenzar a atender a TaeHyung, y recordaba haber vomitado debido al asco y repugnancia que sintió cuando leyó las condiciones en las que encontraron a Heejun.

El menor le quitó la libreta, sin embargo, Jin no dijo nada, observándolo anotar con furia.

Si hubiera sido bueno, se habría quedado conmigo, pero cuando lo vi ya no respiraba. Su piel era roja. Yo me esforcé en ser un buen Muñequito para no acabar como Perrito, y el señor Shin me premiaba si era bueno. Él fue muy bueno conmigo.

El psicólogo parpadeó, observando dos palabras en específico, sabiendo que después debería llamar a Kyuhyun, pues TaeHyung estaba comenzando a hablar luego de tanto tiempo.

Cuando lo encontraron para posteriormente interrogarlo, el chico siempre se mantuvo en silencio. Era difícil extraerle información, en primer lugar, porque no hablaba ni escuchaba, y, en segundo lugar, porque no podía escribir ni comunicarse bien con nadie. Y cuando comenzó a aprender, cuando era capaz de explicarse, bloqueó todos los malos recuerdos que tenía. Bloqueó gran parte de su memoria.

Muñequito de Porcelana ✧ YoonTaeWhere stories live. Discover now