Por otro lado, he notado que por mucho que se esfuerce por odiarme, me mira, y me mira casi tanto como yo a ella.

-No me pasa nada con ella- respondí en su lugar.

- ¿Crees que no me he dado cuenta de que cada vez que salimos la miras todo el rato? Y tío, cuando digo todo el rato es literalmente cada minuto.

-No la miro todo el rato.

-No te pongas a la defensiva. Solo me hace gracia que el gran Liam Brown cuyo lema de vida era no enamorarse esté tan coladito por una chica.

-No estoy coladito por Leah, casi ni nos conocemos- le recordé

-Solo ten cuidado Liam, no es por hundir tus sentimientos, pero ella parece odiarte.

- En vez de fingir que te preocupas por unos sentimientos que ni siquiera existen, preocúpate por el partido de esta tarde- respondí sin paciencia, intentando cambiar de tema

-Odio cuando te pones en plan capitán- suspiró.

-Te recuerdo que tengo que ponerme en plan capitán porque soy el capitán.

- ¿Has probado a decirle eso a Leah? Puede que le ponga tu lado exigente.

- ¿Y tú has probado a estar en un circo? Seguro que te cogen.

Miré la hora en mi reloj y me levanté del asiento con la risa de mi compañero de fondo.

-Lo siento tío, he quedado con el entrenador a esta hora.

-Nos vemos ya en el partido entonces.

-Nos vemos.

-Por cierto Liam, me ha dicho Rebecca que van a venir las chicas.

Sonreí, eso significaba que vendría Leah.

Noah se dio cuenta de mi reacción porque dijo:

-Joder, te estás pillando muchísimo tío.

Eso es lo último que escuché conforme salía del bar.

LEAH

-Entonces, ¿Qué opinas? ¿esta falda con esta camiseta o esta otra con estos vaqueros?

Me encontraba en la habitación de Becca para ayudarla a decidir que ropa ponerse. Hoy era el primer partido de la temporada y mi compañera había insistido en que fuésemos, haciendo especial hincapié en que uno de los jugadores es su novio. En realidad, ni Clara ni yo nos habíamos negado ni habíamos dado ningún indicio de hacerlo, pero nuestra amiga es bastante dramática cuando quiere.

-El primer conjunto me encanta, seguro que estás guapísima.

Rebecca sonrió

-Tu sí que estás preciosa, no me extrañaría que consiguieses algún pretendiente esta noche.

-Dios me libre- suspiré.

Me eché un último vistazo en el espejo mientras escuchaba a Becca reírse de fondo. Me gustó la Leah que me devolvió la mirada. Llevaba puesto un top negro y una falda vaquera negra también, en conjunto con mis converse. Me había dejado el pelo al natural y hasta había cogido una chaqueta por si más tarde empezaba a hacer más frío.

- ¡Mira qué horas son! Y aun no he terminado ni de peinarme. Que desastre, madre mía. -exclamó la chica pelirroja a mi lado

- ¿Te ayudo con eso? - señalé su pelo a medio alisar.

Rebecca suspiró mientras me pasaba la plancha.

-Eres la mejor, Leah.

En ese momento me di cuenta de que esto iba para largo

La Estrella Que Nos UnióWhere stories live. Discover now