Aramoor Heart [+18]

Capítulo 5

Adara

—Mi nombre es Adara, descendiente directa de la Casa Skender, dama de la corte por derecho y una de las siete elegidas para la Danza de las siete lunas —mi voz firme sonó, el mentón en alto mantuve y a sus peculiares ojos violetas azulados miré.

Su expresión durante un segundo pareció cambiar y ese par de orbes animales y de aquella mezcla preciosa sorprendidos me miraron, antes de cambiar por completo a por un desdén y un repentino desagrado. Alys hacia mí un paso avanzó y con delicadeza y sin llegar a tocar del todo mi hombro derecho habló:

—Lo siento tanto, Larissa —se disculpó, utilizando un falso tono que en ese entonces reconocí como sarcasmo —¿Acaso creíste que permitiría su cancelación y tu 'Ascensión'? —los ojos violetas de Alys recayeron sobre los de aquella infernal que ahora identificaba como Larissa. Sus labios se curvearon en una sonrisa ladina y de satisfacción absoluta, al tiempo que la otra no hacía más que intentar disimular las chispas que aquellos orbes de rasgos tan animales desbordaban —No lo creo. Lo tuyo son solo simples rumores que tu séquito quiso regar, a pesar de conocer, por tu posición; la historia Real.

Tras su última frase acabar la infernal de enfrente, su cabeza giró y hasta entonces cuenta me di del resto de aquellas infernales. Algunas se levantaron de sus cómodos muebles y dejaron entonces tareas y cojines decorados a un lado para apoyar a Larissa. Cuatro eran y con Larissa sumaban 5 chicas de orbes violetas y una peculiar mezcla de colores y rasgaduras. Todas vestían largos y ligeros vestidos, algunas con corpiños más ajustados que otras y los colores diversos eran.

—¿Y de dónde eres, Adara? —preguntó aquella de puntiagudas uñas negras, que tras intentar asesinar a Alys su mirada ponzoñosa había vuelto a poner en mí —Ya que... Si mal no recuerdo, la gran parte de esa casa pereció a principios de la maldición; con excepción de tu familia, Alysa.

—Ella es mi prima. —Soltó Alys, su tono serio era, al tiempo que su rápida mente coordinaba las mentiras que saldrían por su boca para encubrir mi presencia en aquella exótica tierra. —Su familia pereció hace ya milenios, fue protegida por Las Doncellas Esfinges desde su nacimiento; hechizada y ocultada fue criada con la ayuda de papá... Lord Keran, sobreviviente de la Casa Skender, le dio entonces su nombre y título; y es él que ha designado que su destino se ha de cumplir, siendo Dama de la corte y participando en la Danza de las siete lunas. —Hizo una pausa y a todas las demás miró, unas la cabeza bajaron en una reverencia hacia mí y otras no podían dejar de mirarme con asombro y evidente estupefacción —¿Ha quedado claro, Larissa?

—Como digas, querida. —Soltó Larissa, con aquel tono de voz falso lleno de furia contenida, antes de darse la vuelta e ir a parar al medio de aquella sala.

—Adara, prima... Ellas son el resto de las damas, Selene de la Casa Dragomir, Faye de la Casa Jaromir, Eira de la Casa Sinéa y Danaë de la Casa Sahar. —Presentó Alys, mientras las detallaba y una reverencia les dedicaba, siendo correspondida del mismo modo y escudriñada levemente por esos orbes morados con ligeras tonalidades entre naranja, blanco, madera y un profundo negro. —Larissa pertenece a la antigua Casa Iorwerth.