Capítulo 2

49 11 34
                                    

Adara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Adara

Blanca era la claridad que a mis párpados se colaba, de mis labios leves gruñidos de protesta salieron y vueltas comencé a dar, en busca de aquella oscuridad que había arropado mi cuerpo por completo, sin embargo, mis sentidos parecían entonces comenzar a activarse y mi cuerpo funcionar de nuevo sentí.

El delicioso aroma llegó a mi nariz y tras oler aquella fragancia exquisita mi cuerpo empecé a mover. No obstante, un golpe duro en mi costado provocó entonces la apertura de mis ojos y una exclamación de mis labios salió.

—¡Auch! —exclamé, y tras un milisegundo mis ojos cerré y volví a abrir.

Frente a mí una hermosa alcoba se alzaba y sorprendida me dejaba. El suelo era frío y su material brillaba bajo aquella luz que de los grandes ventanales entraba. Cojines, telas, alfombras y mesas pequeñas lo decoraban todo. Candelabros dorados y con extraños cristales se alzaban en las alturas iluminando todo a mayor cantidad.

Mi cuerpo sobre el suelo seguía, al tiempo que mis ojos no dejaban el asombro al ver toda aquella extraña alcoba. Sin embargo, levantarme quise y cuando disponía de las fuerzas para hacerlo, algo entonces bloqueó mi vista por completo y asustada entonces me sentí.

—¡Eh! Al fin despertaste, empezaba ya a preocuparme —dijo entonces una voz femenina, dulce que provenía del ser que frente a mis ojos se encontraba.

Con pasos lentos retrocedí y con mis manos comencé a buscar algo con lo que protegerme, puesto que los rasgos de aquella extraña mis sentidos alertaron.

—¡Oh, no! No te asustes, tranquila —añadió al verme respirar muy rápido mientras sostenía entonces... ¿un candelabro de mesa? —Calma, calma. Estás a salvo, no soy tu enemiga...

Sus palabras con fluidez y elegancia de sus labios rosados y brillantes salieron. La miré entonces con más detalle y el candelabro sostuve frente a mí. A pesar de ser una especie de criatura, su apariencia se parecía a la mía, al menos un poco; puesto que una figura humana portaba, una figura femenina, cubierta por un elegante vestido de tela ligera color rosado claro. Sus manos finas y pequeñas eran, su cabello era largo y de un color castaño con unos cuernos en la parte superior cubiertos por su mismo pelo y hermosas joyas doradas.

Sin embargo, lo más impresionante no era su cabello o su largo vestido, sino sus ojos. Dos orbes violetas y con una particular pupila negra y remarcada destacaban junto a unos ligeros colmillos blancos y puntiagudos que se asomaban por sus labios.

—¡Atrás! —solté, intentando que mi voz dureza adquiriera sin éxito alguno.

—Tranquila, baja el candelabro que no te haré daño —fue entonces que noté lo que entre sus manos traía, un cesto de frutas que en cuanto su diálogo soltó sobre una mesa dejó.

—¿Qué eres? —pregunté, mi pecho subía y bajaba acelerado poseído por el miedo.

—Tranquila, sé que...

Aramoor Heart [+18]Where stories live. Discover now