—Iré a alistarme para el campeonato, espero que pasemos un agradable día sin locos que quieran matarnos.

Eoin sonríe.

~ ~ ~ ~ ~

Aquel campo estaba lleno de personas y reporteros listos para ver y hablar acerca de sus golfistas favoritos de la temporada. Habían unos altos y otros bajos, unos eran guapos y otros no tanto. Las mujeres y hombres locales gritaban apoyando a los irlandeses, mientras que Eoin y yo nos manteníamos en silencio sin apoyar a ninguno de ellos.

—¿Ves algo raro? –Pregunto.

—Nada, creo que no veremos actividad extraña en este lugar. Al menos que yo lo sea y esté fingiendo ser un Doherty –lo observo de reojo y le doy un codazo–. Estoy bromeando, hasta el momento no tengo conocimientos de alguien capaz de cambiar su apariencia para fingir ser otra persona.

—¿Será probable de que ese poder exista?

Asiente.

—Cualquier poder que tú te imagines puede que exista o que en un futuro llegue a uno de nosotros. Es más, no sabemos si tu poder pueda ser ese.

Me encojo de hombros.

La tierra comienza a temblar, los civiles gritan y se agarran de lo que tengan al lado, los golfistas siguen en lo suyo sin importarles en absoluto el movimiento de tierra y Eoin y yo mantenemos la vista fija al humo del fondo.

Un destello de luz cae del cielo e impacta en medio del campo dejando un hueco. La gente comienza a correr y los reporteros comienzan a lanzar la noticia al público.

—Toma mi mano y vayamos a casa, soy capaz de transportar gente conmigo y juntos podemos llegar a salvo a casa sin que lo noten.

Lo ignoro.

Corro atravesando el campo y más destellos caen del cielo dejando el campo lleno de huecos. Eoin grita desde el fondo y la cortina de humo cada vez está más cerca.

—¿Qué acaso te has vuelto loca? –Pregunta Eoin a mi lado, quien se transportó de un segundo a otro–. No puedes pelear con ellos cuando no tienes un poder. ¿Qué acaso quieres que te maten como lo hicieron con mamá?

El humo está cerca, Eoin trata de tomarme del brazo pero soy capaz de deshacerme de su agarre y entro en medio del humo. El hombre lleva mascarilla verde, con aquellos ojos esmeralda y esa mirada penetrante que me observa con delicadeza.

Llevaba un tatuaje en su mano izquierda, esta vez siendo diferente al que le vi a aquel hombre tiempo atrás. Es el mismo círculo, pero esta vez lleva dentro óvalos y serpientes. De acuerdo a mi madre las serpientes reflejan la maldad que abunda en sus almas y la magia negra que practican de mala forma.

El hombre levanta la mano y me señala. Eoin es incapaz de entrar al humo, por lo tanto solo se limita a gritar desde afuera mi nombre pidiendo que por favor salga o que me matarán.

—¿Quién eres? –Pregunto.

El hombre se inmuta en contestar y observo su otra mano, en ella hay otro tatuaje, siendo un símbolo que no soy capaz de recordar. Lo observo con atención y él se quita la mascarilla para sonreírme de lado.

—Soy Caín Doley, mitad Dunne y mitad Doley, llevo la sangre de ambas familias en mis venas y estoy aquí con un solo propósito, salvarte.

Río.

—¿Salvarme? –Pregunto con sarcasmo–. Eres un Dunne, se supone que no debo confiar en ninguno de ellos.

—¡Saoirse! ¿Sigues viva? –Grita Eoin–. Es una mierda todo esto, no puedo entrar en el humo, hay una pared que me bloquea el paso y los destellos cada vez son más fuertes. La gente se ha ido por completo y los golfistas han tenido que suspender por hoy.

Caín me toma del cuello y me levanta quedando a sus estatura. Mis manos lo toman del brazo para tratar de liberar mi cuello debido a que el aire es difícil de que llegue a mis pulmones.

—Debes creer en mí, soy el único que puede ser bueno y malo a la vez.

Mis pies se mueven de un lado a otro debido al pánico de falta de aire, siento como mi cuerpo se debilita y como mis ojos comienzan a tornarse borrosos.

—Confía en mí.

Asiento.

La cortina de humo desaparece y Eoin me toma del brazo y ambos desaparecemos del campo. Mis pies tocan el suelo de nuevo y al abrir los ojos debido al viaje observo el interior de mi casa. Eoin pregunta si estoy bien y lo abrazo.

—¿Te has vuelto loca? Es un peligro negociar con ellos, no debes confiar en nadie.

Asiento.

—Me duele el brazo.

Eoin toma mi brazo y niega al ver lo mismo que yo, tenía una marca en mi brazo, como si se tratara de una quemadura, pero llevaba un círculo con diversos símbolos y dibujos que pueden significar muchas cosas. Entre esos dibujos estaba la serpiente que Caín llevaba.

—Te ha marcado.

—¿Eso es malo?

—Es más que malo –dice una voz proveniente del interior de la casa. Ambos vemos a todos lados pero estamos solos–. Es la marca universal y significa que eres parte de todos.

Eoin niega y se acerca al espejo cercano a la cama en mi habitación. Es de ahí de dónde proviene la voz.

—La marca refleja que aquella persona que la tenga pertenece a todas las familias con poder en Irlanda. En este caso tú, Saoirse, llevas la marca.

—¿Eso que significa?

—Esto no puede estar pasando –dice Eoin.

—Al cumplir la mayoría de edad serás capaz de controlar todos los poderes existentes.

—¿Qué? –Eoin se acerca más al espejo–. ¿Cómo es todo esto posible? ¿Cómo es que Saoirse tiene un tatuaje cuando no es mayor aún? Esto debe de ser una broma de mal gusto, mi hermana no está preparada para lo que sea que se esté aproximando.

—Saoirse sabe muy bien lo que tiene qué hacer, es cuestión de tiempo y de paciencia.

La voz desaparece y observo a Eoin, este se encuentra dando vueltas en círculos tomando su cabeza con sus manos y susurrando cosas inaudibles.

—¿Estás bien? –Pregunto.

Niega.

—Esto está muy mal, Saoirse, todo esto me huele muy mal.

Adare ✔️Where stories live. Discover now