— Eres perfecto—Musito Taehyung, besando la comisura de mi boca. Luego añadió— Creo que gustas mucho.

— ¿Enserio?... —Le pregunte sonriendo aún más estúpidamente, mientras cerraba los ojos y le agradecía al cielo por estos momentos.

Con el corazón martilleándome en el pecho, espero por una respuesta, mordiéndome ansiosamente el interior de la mejilla. Taehyung me mira fijamente, sin apartar la mirada por un segundo, haciendo que un pequeño escalofrió recorra todo mi cuerpo. En ese momento decido, que no quiero ser, el secreto sucio de Taehyung, Que quiero tenerlo solo para mí y no compartirlo con nadie. Mucho menos, cuando se trata de Lía, mi hermana mayor. Pero el fondo soy consciente que, Kim Taehyung no me pertenece y en algún momento debo de dejarlo ir. Porque no es mío y tiene un aviso grande, que dice. Propiedad de Jung Lía.

La sonrisa tonta que había mantenido hasta ahora, se desvanece de mi rostro y Taehyung frunce el ceño, finalmente contestando.

— Por supuesto. Creo que eres ... Quiero besarte— Y así como así, la sonrisa vuelve a aparecer en mis labios. Totalmente encantado con Taehyung.

Tae capturo mi boca en un beso abrasador y me derretí en él, dejando que su lengua, su sabor y tacto me llevaran a una tierra donde mis problemas no existían. Donde él no estaba casado con Lía y donde Lía tampoco, fuese mi hermana. Echando el pensamiento en lo más profundo de mi cabeza, me dejo llevar, perdiéndome en el beso enloquecedor de Taehyung. Nos hizo retroceder a ambos y cuando mis piernas tocaron el borde de la cama, lo hice girar y le di un leve empujón, haciendo que Tae, callera sentado. Me miro con fascinación y sus ojos brillaron con deseo y excitación contenida. Sonreí y guiñándole un ojo traviesamente, me separé solo un poco, para que Taehyung pudiera observarme, mientras me deshacía de mi ropa.

Sus ojos ardían en fuego, mientras me observaba quitarme prenda, tras prenda, hasta quedar solo en mi ropa interior de seda, que había escogido esa noche, especialmente para él. Me deshice de la diminuta prenda color rojo, en un movimiento sensual y me acerqué a Taehyung, subiéndome en su regazo con las piernas a los costados. Tae sonrió con la respiración entre cortada, cuando mi miembro ya erecto, se rozó con el suyo, tras la tela de sus pantalones chándal y dejo que sus manos vagaran por mi cuerpo. Perdido en el placer gimió mi nombre.

Dios. Amaba a este hombre y ni siquiera lo sabía.

Quería confesárselo, pero era incapaz de hablar. No quería presionar a Taehyung y mucho menos, que me rechazara por pronunciar las palabras. Pero la fuerza e intensidad, con la que las palabras luchaban por salir, me tenían vuelto un Lio.

Un suave toque del lado de mi costilla, me hizo estremecer. Miré hacia arriba y encontré a Taehyung mirándome con una pequeña sonrisa. Susurro ahora, pasando el dorso de su mano, por mi mejilla.

— Eres lindo cuando estas pensativo.

Apreté los labios, luchando por contener mi sonrisa. Y en cambio, le di una sonrisa socarrona, inclinándome y presionando suavemente mis labios, contra los suyos. Cuando Taehyung intento profundizar el beso, me separé y negué con la cabeza, sonriendo engreídamente. Lo tenía bajo mi merced y eso era todo lo que necesitaba.

Bajando de la cama, obligue a Taehyung que se recostara en el suave colchón. Esta vez yo tenía el control y él debía obedecer a mis demandas. Baje sus pantalones de Pijama y saque por sus tonificadas piernas. Posteriormente, lamí mi labio inferior, encantado con el bulto inminente debajo del bóxer de Taehyung. Sonreí y terminé de quitar la prenda, inclinándome y pasando un lametón por toda la longitud.

— Hoseok... Taehyung siseo, con la cara encendida. Le di una sonrisa torcida y dejé que mi cabeza bajara, engullendo la gruesa longitud en mi boca.

FORBIDDEN LOVEWhere stories live. Discover now