Capítulo 30: Comida coreana y el río

20.7K 2.6K 706
                                    

Hubo doble actualización, asegúrate de estar leyendo el capítulo correcto.

Canción recomendada para este capítulo: Serendipity - Jimin (BTS). Recuerden escucharla cuando vean el (*)

××××

Jai comenzó a comer, sin darle mayor importancia a que estuviera leyendo sus mensajes con Ryuu, su hermano mayor, tampoco notó que estuve a segundos de morir a causa de un fideo, atragantado por la sorpresa que me dio leer aquel primer mensaje.

¿Novios?

Continué leyendo aquella conversación que tranquilamente podría darme algo en el corazón.

Ryuu:

¿Qué es eso de que tienes novio?

Jai:

¿Papá ya anda de chismoso?

Ryuu:

Sí, dijo que hable contigo para que te dé consejos, porque como soy el que está en una relación hace seis años, se supone que sé como mantener a una persona a mi lado.

Jai:

Jajaja no lo puedo creer, ¿esto es en serio? Como si no tuviese experiencia o algo.

Ryuu:

Déjalo, solo quiere que esto que tienes ahora dure, sabe lo mal que lo has pasado.

Ryuu era, por años, más grande que nosotros. En este momento parecía tener la vida perfecta, con los estudios perfectos y, por sobre todo, con su novia también perfecta. No había tenido la oportunidad de pasar demasiado tiempo con ella, pero las pocas veces que la vi lucía agradable y enamorada del hermano mayor de Jai, así que, pedirle a su hermano consejos no sonaba tan descabellado como parece. Ryuu parece tener un excelente plan de vida, y también, algo envidiable.

Jai:

Sí, supongo. Pero no te preocupes, sé lo que hago.

Ryuu:

Bien, ¿entonces como es eso de que es Nani? Podía imaginar a quien sea, hasta alguno de mis amigos, pero, ¿Nani? Esa no me la esperaba.

Traté de no escupir mi comida al leer aquel mensaje.

No supe si mi corazón había comenzado a latir rápidamente por el hecho de que su hermano piense que soy el novio de Jai, o porque podía imaginarlo con alguno de sus amigos. De tan solo pensar que podía estar con alguno de ellos el estómago se me revolvía.

Jai siempre tuvo pretendientes, algunos de ellos fueron amigos de su hermano. Muchas veces me tocó verlo besarse con alguno que otro o irse de algún cumpleaños o fiesta con alguno de ellos. Ahora tiene sentido el porqué me iba a dormir enojado cada vez que eso sucedía, no porque, según mi cabeza, me estaba dejando solo en una fiesta mediocre a las que solo asistía por él, sino porque...

Siempre había sido él. Nunca tuve ojos para nadie más.

Jai:

Amistad, descubrimiento y romanceWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu