Ahora no solo su subconsciente lo engañaba, sino que también el destino parecía querer timarlo. Mientras stiles, se encaminaba a su encuentro como en una pesadilla, dirigiéndose a la habitación de su padre para comprobar que lo que estaba escuchando era real. No solo nuestro castaño parecía estar viviendo un gran día. Después de vivir el regreso de su Hale favorito. Su padre, el sheriff..., también estaba muy feliz. Y no era para menos. Claro que no, porque su mejor oficial y al que más confianza le tenía, seria conmemorado y fotografiado para aparecer en primera plana como héroe. Demostrando, el buen trabajo que hacían los hombres de su condado. Stiles, incómodamente, observo como la chupa de cuero, caía perfectamente en el cuerpo de Parrish, quien giraba para modelar, lo que parecía ser su nueva prenda favorita. Su padre parecía desbordar elogios sobre su virtuoso colega.
Al principio, solo se quedó en silencio y miró aturdido como todo pasaba enfrente de él.
-Es un obsequió de los dos. - Sonrió el sheriff buscando la aprobación de Stiles que solo movió su cabeza en aceptación mientras casi se mordía el labio en negación. El sheriff disimuladamente, le aseguro a su hijo, por medio de una seña demasiado obvia, que luego se lo devolvería económicamente.
Pero esto no alegro en lo más mínimo al joven universitario qué sintió como si miles de flechas le cruzaran el pecho. ¡No quería! No podía aceptar que su precioso obsequio terminara en otras manos. Finalmente, lo sabía. No lo vendería ni lo regalaría. Nunca quiso realmente hacerlo. Solo quería que él lo tuviera. Que supiera cuanto deseaba dárselo desde el fondo de su corazón. De alguna manera tampoco se sentía bien negándose a darlo. Eso sería como humillar a su padre. Aunque en ese momento estuviese realmente enfadado con el sheriff por tomar aquello que le pertenecía a él y solo a él.
Era un tonto. Mejor los ignoraba e iba a darse una ducha para calmarse. Pero accidentalmente miro a Parrish reflejado en el espejo que estaba en una esquina del cuarto, y se imaginó a Derek sonriendo, usando su obsequio y fue tonto de nuevo, porque no pudo evitar el grito que salió de tanto estar ahogándose en sus entrañas; -¡¡¡NO!!!
Ambos hombres se sobresaltaron y le miraron con asombro. Stiles negó con la cabeza. "Realmente soy un tonto", pensó. Restando importancia, pero sin mirarlos a la cara - Lo siento. - dijo, - Tengo que irme. Recordé que me olvidé de algo en casa de Scott.
El castaño, se marchó dejando perplejos a ambos hombres.
El sheriff miró por la ventana a su hijo arrancando el jeep. Conocía a Stiles. Algo le estaba molestando, y seguramente tenía algo que ver con esa cazadora. Al girar se encontró con su colega, y pudo ver la cazadora colgada en el brazo de Jordán que se la ofrecía devuelta para tomarla en sus manos -Creo que Stiles, ya tenía pensado a quien dársela, sheriff.
John tomo la prenda y asistió. - Creo que cometí un error. Lo siento. Te lo compensaré.
-De todas maneras no es mi estilo, Pero ¿Qué tal un café?.
Realmente eres un buen chico. –El sheriff sonrió mientras acomodaba con cuidado la cazadora - Vamos, por ese café.
Stiles quería llorar. Era algo tonto. Pero se sentía traicionado.
Alguien había arruinado sus planes con esa prenda y esa persona había sido el mismo. No. No era culpa de su padre. Si no el y su cobardía.
Ahora, no podría cumplir su objetivo que era dárselo a ese tonto Hale.
¡¿Parrih?! ¡Por favor! Mierda. Seguramente terminaría en cenizas en cuanto este se transformará en el sabueso infernal. ¿Acaso su padre no recordaba cuantas veces tuvo que darle uniformes nuevos? Ese comentario casi sale de su boca en aquel momento.
Por suerte había logrado mantenerse en silencio.
Stiles, estaba triste. Realmente triste. Pero era consciente de que su padre no tenia la culpa.
En el fondo estaba avergonzado con su comportamiento, pero también furioso por perder algo que había cuidado tanto.
Sentía que estaba guardando una gran pataleta de niño en su interior.- ¡Que ridículo!- Quería gritar. Insultar. Quizás patear alguna lata vacía de gaseosa. ¡Lo que sea! Se sentía sofocado, dolido. Quería que ellos lo vieran enojarse, pero a la vez se sentía avergonzado de hacer una escena.
No podía realmente enojarse con su padre por hacer algo que el mismo estuvo a punto de hacer. Aunque stiles se había dicho más de una vez que vendería aquella cazadora. Pero cada vez que ese sour wolf era mencionado en las reuniones de la manada. Stiles no podía evitar ir a darle una mirada a esa tonta cazadora. Era como sentir culpa de hacer algo a espaldas de alguien a pesar de que Derek ni imaginaba que él deseaba darle ese obsequio.
Su padre era unimprudente. Pero su único error era no saber leer los pensamientos de su hijo.Y él había sido demasiado confiado con algo que al parecer tenía un valorsignificativo en su corazón.
