✨5. TE AYUDARÉ A ESCAPAR✨

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De un momento a otro sentí como un fuego bajaba desde mi vientre hacia mi intimidad y allí sentí mi primer orgasmo.

Unos aplausos del otro lado de la puerta me hicieron entrar en sí—Maravillosa...—Tuve que subir la tapa del inodoro para poder vomitar. Me sentía estúpida e impura.

—Eres un hijo de puta.

Ataqué saliendo del baño.

—Fue la mejor hora de mi puta vida—, dice con voz roca y cerrando el cierre de su pantalón.

—Maldito pervertido... —ataqué alejándome lo más que pude de él.

—¡Espera! —soltó haciendo que me pare de golpe junto a la cama—no te muevas—susurra en mi oído.

Cubrí el resto de mi desnudez con una bata de seda que Mijaíl me había entregado hacía algunos segundos, el mafioso caminó hacia la puerta con el ceño fruncido, la abre rápidamente encontrándose a la mujer pelirroja detrás de ella.

—¿Qué hacías allí Lorren? —le pregunta a la mujer que hasta ahora me entero que se llama de esa forma.

—Señor...yo...—el rostro de la empleada era igual al color de su cabello, ella carraspeó su garganta y apretó los ojos. ¿Cómo puede ser posible que una mujer mayor como ella, le tema a un hombre menor de veinticinco años?

—Recuerde... la reunión hoy con los jefes de los carteles—la expresión de Mijaíl se tornó suave.

—Sí, gracias por recordarme—, se dio la vuelta para salir de la habitación.

—¡Espera! —la detuve—, ¿Desde hace cuánto estabas allí? —puedo ver el rostro apenado de ella.

—Desde que el señor entró—abrí los ojos como platos y Mijaíl comenzó a reírse de la situación.

—Han escuchado tus gemidos, osita—palidecí.

—Yo...—me di la vuelta y me encerré de nuevo en el baño.

(***)

No sé cuánto tiempo duré dentro de cuarto de lavado, después de no haber escuchado ningún murmullo en la habitación, salí de allí porque mi cuerpo pedía comida de manera urgente.

Bajo las escaleras lo más silencioso que puedo, tratando de que nadie me escuche, al llegar a la sala me percato de que están arreglando la mansión y decorando quizás para una fiesta.

—Señora Volkov, ¿desea algo de comer? —me pregunta una mujer morena, haciendo que brinque del susto.

Mijail dejó la habitación sin seguro y presiento que es una trampa.

—¡Yo no soy Volkov! ¡soy Jones! —espeté enojada.

—Lo siento, señora Volkov, el amo Mijaíl ha dado órdenes de tratarla como la reina de este lugar y nos dio clara instrucciones de dirigirnos a usted como la señora de esta casa, jamás por su nombre de pila—, ruedo los ojos.

—Ya le dije que no soy Volkov, no soy nada de ese hombre—, me crucé de brazos—. Pero si quiero algo de comer, muero de hambre—la mujer dio la vuelta para dirigirse a la cocina y sin pensarlo la sigo.

En esos momentos veo como la puerta principal se abre, haciendo pasar un par de dioses griegos, lo digo de esa manera porque no disimulé nada al verlos. Hasta creo que se me salieron las babas al fijarme en ese par.

Uno de ellos es castaño, alto con cuerpo fornido, tatuajes y una personalidad que desbordaba peligro, en cambio el otro era pelinegro con facciones suaves con toque de inocencia. Al verme se dirigen hacia mí. Me quedo paralizada.

MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu