Capítulo 4
El robot decaído avanza hacia el poblado, sin embargo, cae al suelo, desanimado.
-a. Dice el robot.
Se queda a esperar que una solución llegue del cielo. Hay una figura llevando un carrito con una capa y un turbante a la distancia que corre hacia él.
-Oh... este antropómata parece estar algo... descompuesto. Muy probablemente lo pueda vender, aunque la carcasa se ve en buen estado, podría tenerlo en una colección. Dice la figura, para cargarlo en un carrito.
Ambos avanzan hacia la ciudad.
Llegan a la entrada. Todo el pueblo está construido con un material blanquecino con color de mármol pero textura de arena. Hay tiendas y edificios de hasta cuatro pisos. Y muy al fondo un alto edificio blanco y rojo metálico sobresaliendo entre todo.
Ellos avanzan hacia un bar en mal estado, la gente se ve peligrosa.
-Tienes algún trabajo para mí? Pregunta la figura con turbante.
-Si, un lacayo del praetor pide que busques a estas personas. Dice el cantinero, entregándole 3 fotos.
-No hay algún trabajo más interesante?
-Sabes que los trabajos del gobierno siempre son los mejor pagados, cierto?
Debes buscarlos, según fueron atrapados en unas ruinas humanas, resistieron ante su captura y escaparon hace unos minutos.
-Ellos resistieron por si solos de la policía?
-No, dicen que la criatura era un Astra Magi, como tú.
-Baja la voz! Bien, bien. Acepto la misión.
La figura se aleja llevando al robot.
-Tal vez busquen escapar, iré al puerto.
En el puerto.
-No llegan... Me veo sospechoso? O tal vez..!
Voltea y ve a 3 oficiales del praetor acercándose a él.
-Maldición, era una trampa! Dice él, preparando su espada.
-Disculpe señor, de dónde sacó ese antropómata?
-Ah? E-este? Me lo encontré en el desierto, no se movía. Por que? Dice el, confundido.
-Se parece mucho a un antropómata que estuvo involucrado a un caso de robo en ruinas humanas. Tiene algo que ver en eso?
-Ah si, yo tomé el trabajo de caza de esas personas, y... Estoy usando el antropómata como anzuelo, si.
-Oh, así que era eso. Muchas gracias con su cooperación y buena suerte. Dicen los oficiales antes de irse.
-Fiu, estuvo cerca. Quien diría que tú tenías algo que ver, eh?
El robot enciende sus ojos.
-Que coincidencia, verdad? Dice el robot, levantándose del carrito.
La figura se paraliza.
-Escuché que tu objetivo es ir por ellos y atraparlos. Y los modificados que vayan en contra de otros son... Mis objetivos.
Ambos están cara a cara, la figura prepara su espada.
Fin del capítulo 4.
