7.[No tengas miedo]

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Una castaña de 17 años comenzó a escuchar ruidos extraños en la sala, y no, no era el televisor, la película que estaba viendo estaba en pausa, salió de la cocina con su vaso de agua por el que había ido antes...

Estaba asustada, sí.

- Mamá?...

Y sí, era su mamá, Daniela Calle, 37 años, viuda desde hace 7 años y con problemas en el amor ahora.

- Dios! Me asustaste, mamá...

- Mi amor... ven, ven...

- De donde vienes, y así?.- preguntó acercándose y dejando lo que traía en la mesa de la sala.

- Yo...- antes de seguir hablando lleva a sus labios el vaso en el cual había servido whisky antes de que llegara Alice.

- Primero dame eso, ya estás bastante tomadita como par que sigas.- le quitó el vaso dejándolo donde estaba anteriormente.

- Solo será este mi amor, solo uno...- se levanta como puede para volver a tomar el vaso.

Alice es más rápida que ella y no la deja.

- Vamos a tu habitación...- dice abrazándose a ella para que no se fuera de lado, Daniela pasó sus manos por los hombros de su hija y se dejó guiar, ahora su equilibrio no era nada bueno.

Por qué estaba así? Se preguntaran ustedes.

Enamorarse no es fácil, Daniela lo sabía muy bien pero nadie le había dicho que era más difícil hacerlo de alguien igual a ella, una mujer.

La quería, la quería demasiado, después de su hija a quien adoraba con su alma, María José había llegado para darle un nuevo sentido a la de ella, para enseñarle que las segundas oportunidades de la vida si se dan, lo que sentía por la chica era más fuerte de lo que una vez sintió por el papá de su hija.

María José le hizo tocar el cielo con las manos y así mismo le enseñó a caer en el infierno en un solo rato. La morena también había pasado por muchas cosas y al encontrar a Daniela su mundo cambió de igual manera, las antiguas experiencias que no habían ido bien... todo, todo lo cambió aquella castaña, pero ella quería gritarselo al mundo entero, quería hacerles saber que tenía a su lado a la mejor persona, que la vida se la guardó y ahora está con ella, María José quería todo con Daniela, y cuando digo todo, es TODO, sabía de la existencia de Alice y aunque no tuviera el gusto de conocerla en persona, la quería y quería también llevarse de maravillas con ella.

Pero... si el pero, Daniela tenia miedo a sus nuevos sentimientos, a que su hija no la entendiera, que no aceptara que se había enamorado de una mujer y aunque la amaba con toda su fuerzas no podía cambiar sus sentimientos.

En la tarde Daniela y María José tuvieron una platica no tan agradable, los miedos salieron a flote y aunque la morena prometiera estar con ella siempre, sabía que ahora es promesa no tenía sentido. No la tenía porque la castaña la alejaba para "protegerla", porque decía que la morena merecía a alguien que no tuviera miedo a un "nosotras", por más que María José dijera lo contrario, Daniela se negaba.

Se negaba porque le daba miedo, miedo no solo por Alice, sino que a que María José se cansará de ella, cosa que no pasaría y que no dejaba demostrarlo.

Ambas castañas ya habían llegado a la habitación de Daniela, apenas entran, Alice la ayuda a llegar a su cama y le quita los zapatos altos que traía, así mismo lo hizo con el bleiser y le soltó el cabello para volver a recogerselo ya que traía algunos mechones sueltos.

- Mami...- la llama.

- mmmh.- Daniela responde con ese sonido ya que estaba por quedarse dormida.

- Estás bien? Sabes que me puedes contar lo que sea, siempre voy a estar para ti, como tu para mi, somos las dos y no me gusta verte mal, ni así...

ONE SHOTS CACHÉ | SEGUNDO LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora