La vida de Gemma, una mujer especializada en la ingeniería en robótica trabajaba en la empresa Funki, cierta empresa se dedicada a la fabricación de juguetes inteligentes para los niños.
Le iba muy bien durante su trayecto al éxito, pero todo eso ca...
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En cierta empresa dedicada a la fabricación de juguetes inteligentes para los niños, la tan famosa compañía Funki.
Gemma, una mujer especializada en la ingeniería en robótica trabajaba en esa misma empresa. Siempre se dedico en traer nuevos juguetes para los niños, pero más porque amaba el estilo de su trabajó.
Para ella, era realmente apasionado su trabajo, lo adoraba demasiado. Tanto que jamás se tomaba la molestia en ir a visitar a su familia, para ella primero estaba su trabajo antes que su familia.
Normalmente a Gemma no le gustaba el tema de la familia, hasta incluso le podría resultar incomodo, o simplemente no estaba lista para tener una.
No, no estaba lista, quería vivir su vida si eso implique seguir trabajando en lo que tanto ama, aunque últimamente ya se estaba cansado.
Después de que Hasbro, otra empresa de juguetes ganara más popularidad en el contenido que llegaban a crear, el jefe de Gemma, David, la ha estado presionando en que realice nuevos conceptos de próximos juguetes para los niños.
Si bien al principio pudo resultarle genial, al pasar de los meses se estaba hartando de repetir la misma mascota cada tres o cuatro meses, mismo juguete pero con diferente diseño, o que lleve nuevo tipo de mejoras, como si fuera una actualización para celular.
Un día a Gemma se le ocurrió algo, lo cual podría cambiar el tipo de producto que hacían para los niños, algo que beneficiaria para mejor. Junto con sus compañeros/amigos de trabajo llegaron a una conclusión de ponerse manos a la obra en su propio proyecto.
M3gan.
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Estos últimos meses llegaron a ser de planeación en el como desarrollarían su cometido, claro después de intentos por parte de Gemma en que lleven el laboratorio de robótica a otra parte, lejos de ojos curiosos, lograron tener un perfil bajo, nadie sospechaba nada de que es lo que hacían en el laboratorio, tanto fue así que ya tenían un gran avance de su proyecto.
—Ahora tenemos que hacer las pruebas de precaución —habló Tess, amiga de la castaña.
—¿Porqué tenemos que hacer esto? —preguntó Gemma.
—Porqué tenemos que —respondió su amiga.
—Esto no es necesario, si vieran lo que tenemos —dijo Gemma.—Aunque no esté lista-
—Tu lo dijiste, aun no esta lista —interrumpió Tess.
En ese momento su otro compañero de trabajo, Cole, entró en el laboratorio con una gran caja.
