𝐌𝐀𝐆𝐈𝐀 𝐍𝐄𝐆𝐑𝐀 ━━ 𝗪𝗶𝘇𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗪𝗼𝗿𝗹𝗱.

𝗂𝗂. 𝖤𝗅 𝗁𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝖼𝖺𝗆𝗂𝗇𝖺𝖻𝖺 𝗌𝗈𝖻𝗋𝖾 𝖾𝗅 𝖿𝗎𝖾𝗀𝗈

* ❝Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás❞

TRAS SIGLOS DE HISTORIA, ERA LA PRIMERA VEZ QUE LA MACUSA ACOGÍA A TANTOS PERIODISTAS. Harold Arthur Beckett lucía una sonrisa socarrona y altiva, y se abría paso sin prestar atención a la multitud que se agolpaba a su alrededor. Los periodistas lo seguían como un enjambre de abejas y se peleaban entre ellos para ver quién era el primero en ser correspondido por él. Le gritaban preguntas en el aire tratando de captar su atención, pero Beckett los ignoraba como si fueran meros insectos zumbando a su alrededor. Sabía que era el centro de atención y, a decir verdad, lo disfrutaba como el que más. Se sentía invencible en su posición de poder.

Dos imponentes guardaespaldas lo flanqueaban, y cuando sentían que alguien se acercaba demasiado a su hombre, lo alejaban con un Protego o lo repelían de un codazo. La manifestación que estaba teniendo lugar fuera del edificio se estaba desbordando, pero Beckett la desechaba con seguridad, como si estuviera en otro mundo. En su propio y bien soldado mundo: exquisito, inquebrantable y poderoso. Los flashes iluminaban su camino y reflejaban una actitud despiadada y ególatra en su mirada, que irradiaba una superioridad moral indiscutible. Era la imagen perfecta del poder y la maldad, y todos los presentes parecían sentirlo en el ambiente.

—¿Qué opina acerca del lema ¡Unidos por la magia, no divididos por el color! que se está manifestando en el exterior del edificio, Sr. Presidente?

—La magia no tiene color, pero las personas sí que lo tienen. No sé por qué pierden el tiempo en hacer pancartas cuando la realidad es la que es —respondió sin tapujos y sin detener su paso.

—Se ha utilizado el término «Racista» para describir su postura en torno a la discriminación racial en el mundo mágico. ¿Qué opina al respecto? ¿Considera que estas acusaciones son infundadas o cree que hay cierta verdad detrás de ellas?

—¿Quién ha dicho algo sobre discriminación? No me importa lo que esa gente piense de mí. La historia me juzgará por mis acciones, y estoy seguro de que me absolverá.

—¿Qué opina sobre los disturbios en contra de su gobierno?

—Son simplemente una excusa para que la gente salga a la calle y haga un poco de ruido. Nada más.

—¡Sr. Presidente! Hay quiénes han comparado su política con la de Grindelwald en el pasado. ¿Podría comentar si considera que existe alguna similitud entre ambos pensamientos?

Beckett se detuvo por un momento. Sus ojos desprendían una luz siniestra, y realzó su rostro desafiante en el joven periodista, que sintió un escalofrío recorrerle la espalda al encontrarse con su mirada penetrante. Sin poder aguantar la presión, retrocedió un par de pasos, asustado por el aura oscura que emanaba de aquel hombre poderoso y peligroso.

—No veo la relación entre ambos casos. Yo soy el Presidente de Magia y tengo la responsabilidad de mantener el orden y la estabilidad en nuestra sociedad mágica. Y en mi opinión, garantizar esa estabilidad incluye mantener a ciertos grupos en su lugar adecuado.