—Cierra la boca, James —lo riñó Richard—. ¿Tú estás bien? —se dirigió a Simone.

—S-sí... —respondió la chica, que lidiaba con el peso de la culpa y el castigo de la conciencia por los actos ruines que había cometido en el pasado.

—¿Cuál es su historia, inspectora? —le preguntó Ethan a Andrea.

—¿Cuál de las historias? ¿A cómo llegué hasta aquí?

—No. Hablemos de antes de esto. He tenido suficiente sobre hostiles. ¿Cuál es su función en las FOP? Los agentes que no llevan uniforme de combate no pasan el día en la calle.

—No te creas. Paso más horas investigando en la calle que en el despacho. Ayudo a resolver crímenes. Esa ha sido mi pasión desde pequeña. Mi padre se dedicaba a lo mismo en la Nación de Asia del Norte, concretamente en la vieja Shanghái —relataba Andrea con elocuencia—. Conoció a mi madre durante unas vacaciones en Land Heart y el amor lo arrastró hasta aquí. Desde que tengo uso de razón, mi padre contaba con mi ayuda para resolver sus casos. Decía que los adultos habían perdido la visión de los niños. Imagino que así me adapté a ver fotos de cadáveres.

—Lo lleva en las venas, inspectora.

—No hace falta que sigas con las formalidades conmigo —remarcó Andrea—. ¿Y cuál es tu historia?

—La mía no fue de cuento de hadas. Crecí en un orfanato y nunca conocí a mis padres, pero siempre he tenido claro que mis amigos son mi familia. Vivir solo y sin grandes responsabilidades es lo que me permitió dedicarme de lleno al trabajo. Así fui ascendiendo en el cuerpo de las CES. Cuando era más joven, aspiraba a llegar a coronel, pero ya no.

—¿Por qué no? —indagó Andrea con interés.

—Porque tengo lo que necesito. Tengo una familia y la protegeré hasta el final. —Con una mirada, Ethan expresó el profundo amor que sentía por su equipo.

—¡Jefe! ¡El coronel Xavier ha contactado con nosotros! —informó Stuart de pronto.

—Adelante. Pónmelo en privado —indicó Ethan.

—¡Teniente Ethan! Me alegro de que usted y su unidad sigáis con vida —transmitía Xavier—. Escuche, tenemos una situación de emergencia.

—¿Una como el aborto de la misión de evacuación sin avisar a los supervivientes de ello? ¡Podrían quedar personas indefensas en la isla! —le reprochó Ethan con enojo.

—Lo comprendo, pero usted también debe comprender la situación. Además, las órdenes vienen de arriba, no se puede hacer nada al respecto. Entiéndalo. En proporción, hablamos de millones de vidas que correrían peligro por unas pocas... Escuche, teniente. El ejército colocó explosivos en los puentes que comunican con la isla —exponía el coronel—. Todos han sido derribados con éxito, salvo el puente central. El soldado responsable de armar y detonar la carga explosiva ha desaparecido junto con el detonador. Por desgracia, solo puede ser detonada manualmente. Nos consta que el explosivo sigue en el puente. El ejército está atrincherado en el lado del continente repeliendo las amenazas que cruzan el puente y a esperas de las órdenes del general. Como puede suponer, no es fácil debatir a quién enviar.

—Porque implica enviar a alguien a morir, sacrificarle en nombre de la humanidad, y esperan que un héroe se ofrezca voluntariamente para ello. No me extraña. Pero sí me extraña que el ejército dependa de esa carga para explotar un puente que perfectamente puede derribar con un misil —sospechó Ethan.

—Verá, teniente Ethan, no es un explosivo cualquiera. Debe ser armado y detonado en su ubicación concreta porque forma parte de una carga mayor. Digamos que es una de las llaves que debe ser accionada en el lugar adecuado para activar un mecanismo de autodestrucción. Las otras llaves eran las cargas que ya fueron detonadas en los otros puentes. Sin esa, el ejército no puede completar su misión. Desconocemos muchos secretos del gobierno, pero esto no es más que una de sus medidas de seguridad para proteger a la población mundial. ¿Entiende por dónde van los tiros? —Las palabras de Xavier hicieron que Ethan tragara saliva porque comprendía lo que implicaban. Al menos, se alegraba de que sus acompañantes no escucharan la información.

Evan 1. Renacer © [En proceso de edición]Where stories live. Discover now