-Puedes traer lo que te di aguardar a casa de Alex ¿por favor?

-Si, voy

-En mi armario hay una bolsa de regalo, igual tráela

- ¿No quieres algo más?

-Por el momento es todo

- ¿En serio no quieres hacer nada? – guarde mi teléfono

-No, si se me ocurre algo te diré – asentí

-Feliz cumpleaños – la puerta de su cuarto se abrió y con ella Jenna entro cantando – a ti, feliz cumpleaños a ti, Happy birthday to you

- ¿Hasta en inglés?

-Puedo decirlo en el idioma que quieras

-Así estamos bien – la abrazo

-Feliz cumpleaños número diecinueve

-Gracias

-Hola Nicol
-Que tal Jenna

-Les preguntaría a donde irán por tu cumpleaños, pero ayer celebraron no creo que salgan hoy

-Tu hermana no tiene planes – la miro mal

-Es tu cumpleaños

-Es un día más, solo que este viene con regalos – mi novia sonrió de la mejor manera

-Hasta la comida – contesto Jenna despreocupada, el timbre sonó – iré yo, mamá salió con la madre de Nicol hacer las compras

- ¿Y papá?

-Tubo que ir de urgencia a la oficina – contesto Jenna antes de salir del cuarto

Alex se acerco a mi y dejo un delicado beso en mis labios

-Me daré un baño

-De acuerdo

Se acerco a su armario busco un par de ropa, cuando entro a su baño aproveche para salir de la habitación y bajar las escaleras rápidamente.

Al llegar a la sala escuche la risa de los dos.

- ¿Me trajiste mi encargo?

-Aquí lo tienes

-No sabes cuanto te quiero

-Lo sé

Tome la bolsa y el estuche. Regrese de nuevo al cuarto de mi novia y deje el estuche en la cama, mientras que la bolsa la deje en la mesa.

-Quisiera dormir todo el día – salió secando su cabello

-Nos perderíamos del día tan increíble que es

Se rio, pero dejo de hacerlo cuando vio el estuche en su cama, frunció su ceño

-Feliz cumpleaños – me miro

- ¿Es lo que creo que es?

-Mira y averígualo por ti misma

Dejo la toalla de lado y se acercó rápidamente hacia el estuche, abriéndolo con cuidado. Su sonrisa se fue formando a tal modo que sus preciosos ojos verdes brillaron al ver aquella guitarra.

-No puede ser – solté una pequeña risa – dios – la tomo – es hermosa

Lo que paso después fue en cuestión de segundos, sentí sus labios sobre los míos

-No te hubieras molestado

-No es ninguna molestia, eres mi novia, es tu cumpleaños, quería hacerte sentir especial

-Amor eso es demasiado – le tome la cara

-No es nada ¿okey? – se rio y me beso

-Eres la mejor

-También esta esto – le tendí la bolsa

-Con la guitarra era suficiente

-Tómalo sin excusas – se lo di – por favor

Sonrió negando, pero tomo la bolsa, nos sentamos en su cama mientras miraba el contenido. Cuando saco la chaqueta de cuero su sonrisa era la misma que puso al ver aquella guitarra.

-Esto en serio es demasiado – me reí

-No es nada

Dejo la chaqueta de lado y me beso

-Gracias – me dio otro beso – gracias – me reí

-Que no es nada

-Demasiado, por favor dime que es todo

-Para mi mala suerte sí, solo pude
comprar esas cosas – dejo un beso en mi mano

-Con que solo estuvieras conmigo todo el día era más que suficiente – sonreí antes de que volviera a unir sus labios con los míos – Ya sé a dónde quiero ir – fruncí mi ceño ante su repentido cambio

                           Paula

Después de la noche tan asombrosa que tuvimos ayer, no pude pegar un ojo en toda la noche e intenté dormir, pero no pude, cada que cerraba los ojos aquel momento llegaba a mi cabeza.

Pero tendría que dejar de pensar tanto en eso, antes de que...

- ¿Paula? – menee mi cabeza eliminando ese recuerdo

- ¿Mande?

- ¿Estas bien hija? – asentí, mientras terminaba de comer

-Sí mamá – sentí la mirada de ambos

-En la mañana igual estuviste distraída cariño, sabes que si sucede algo puedes decirnos

- ¿Paso algo anoche?

-Nada malo, todo estuvo divertido – asombroso – y muy entretenido – murmure tomando un poco de jugo

-De acuerdo – asentí – ¿Por qué Taylor no se quedó a dormir?

-Tenia que llevar el coche de su padre ya que lo usaría temprano

-Ah, de acuerdo

Ellos compartieron un par de miradas más, pero no dijeron nada al respecto
Sabía que sentían que algo me pasaba, siempre he sido muy expresiva con ellos, pero no puedo simplemente decirles "ayer Taylor y yo nos besamos" y por eso estoy tan distraída, porque a mi mente le gusta jugar y cada que puede me hace recordar ese bello momento.

-Hablando de Taylor – ambos me miraron – ¿Puedo ir a su casa?

-Sabes que sí cariño – ellos se miraron – te iremos a dejar, ya de paso iremos hacer un mandado

-Gracias – me sonrieron

-Invítala a cenar – mire a papá – hace mucho no viene

-El martes vino y colocamos el pino junto con ella

-Sí, pero hoy amerita una cena en familia – mire a mamá – cocinare algo rico y charlaremos un rato, pero hay que ver si Taylor está de acuerdo – los mire a ambos y mi madre solo me sonrió

-De acuerdo, si ustedes insisten

Cuando terminé de comer me fui a mi habitación arreglarme.

Una vez que estuve lista tome un suéter y baje a la sala donde mis padres me esperaban, cuando me vieron salimos de la casa para ir al auto.

- ¿Qué clase de mandaron harán?

-Iremos hacer las compras para la cena, y nos hacen falta un par de cosas más
Durante el camino ellos me contaron que ayer hornearon un postre y se dedicaron a ver películas toda la noche, curiosamente se durmieron una hora antes de que yo llegara.

-Pero fue emocionante ver a todas esas personas aclamando sus canciones – termine de relatar la noche de ayer

-Si fue emocionante para ti, no me imagino como se habrán sentido las chicas al vivir esa experiencia

-Se lo merecen, todas ellas tienen talento

-Sí, es su momento y lo están disfrutando

-Llegamos cariño

-Cuídate ¿sí?, y nos dices que opina Taylor respecto a la cena

-Va aceptar, le agradan mucho

-Diviértete

-Diviértanse ustedes haciendo las compras

Sali del auto y me encamine hasta la puerta de entrada, toque el timbre y tardaron solo unos minutos en abrir la puerta.

-Paula

-Hola Theo

-Pasa – entre agradeciéndole de paso – Taylor se acaba de ir a su habitación están con John, no sé si te hablo de él

- ¿Su mejor amigo? – él asintió – sí, me ha hablado de él

-De acuerdo

Le di las gracias mientras me dirigía hacia la habitación de Taylor
Creo que vine en mal momento, a lo mejor su mejor amigo vino a pasar tiempo con ella y yo de impertinente sin avisar.

Cuando estuve enfrente toqué la puerta un poco dudosa, ya no sabia si quería estar aquí o dejarla convivir con su mejor amigo.

-Adelante – escuche su voz del otro lado de la puerta

-Bueno ya estamos aquí – respire y entre

Taylor estaba en su silla mirando el gran televisor de su habitación, junto a ella estaba John, un chico delgado, tes blanca y con él cabello negro, ambos tenían un control en su mano, lo único que se escuchaba en la habitación era el sonido que hacían ellos al presionar rápido aquellos botones.

-Te voy a ganar

-Siempre de anticipada a todo – él rio

-Si gano me deberás veinte dólares

-Si yo gano tú me lo darás a mí

Me gustaba verla jugar, no lo negare, la forma en la que se concentra y analiza cual es su siguiente paso es de verdad asombroso.

Después de unos segundos creo que recordó que tocaron la puerta pues aparto su mirada de la pantalla para mirarme, al verme sonrió y le sonreí de vuelta.

-Ja, te gane – aquel chico miro a Taylor, pero al ver que ella no estaba en el juego, me miro. Me sonrió y me recorrió con la mirada agradablemente – por la risa que esta trae supongo que tú debes ser Paula – me extendió su mano – Mucho gusto, John

-Un gusto – estreche su mano

-Paula, no sabia que venias

-Era una sorpresa – murmure un poco avergonzada

-Bueno, creo que es todo por hoy

-No. Sigan jugando, vine de inoportuna lo siento – él se levantó, dejándome saber lo alto que estaba

-No estas de inoportuna, llevamos jugando todo el medio día – miro a Taylor – ¿Cierto? – ella asintió – y ya me tengo que ir, que quede de ayudar a mi hermana con una cosa – su vista regreso a mi – un gusto conocerte al fin Paula, quisiera que charláramos más, pero en serio me tengo que ir – coloco su mano en su pecho – una disculpa

-Descuida, el gusto fue mío

-Bien, con permiso, diviértanse

-Nos vemos luego John

Una vez que él salió ella me sonrió

-Hola – solté una risa

-Hola
- ¿A qué debo el honor de tu visita?

Me señalo su cama asiéndome entender que invitaba a sentarme cosa que hice sin pensarlo tanto.

-Mis padres quieren invitarte a cenar

-Genial – sonrió – ¿Algo más que debería saber?

Sus ojos verdes conectaron con los míos, y al igual que anoche, tenían ese brillo tan hermoso, haciéndolos ver más hermosos de los que ya eran. Y de nuevo no lo pensé, me incliné hacia delante juntando mis labios con los suyos.
Sus labios empezaron una danza con los míos, cálidos y suabes tal y como los recordaba.

Podría acostumbrarme a esto. A sus labios, a sus besos.

Cuando se alejó de mi sentí mis mejillas arder, sabía que estaban completamente rojas, ya que ella empezó a reír

- ¿Hablaremos de lo que paso o nos seguiremos besando? – me reí ante lo que dijo y me incliné a darle un pequeño beso

-Creí que no querías hablarlo – baje la mirada hacia mis manos y ella las tomo

-Es bueno hablar las cosas y quisiera saber cómo te sientes al respecto – sonreí al mirarla – sabes que no me gusta hacerte sentir incomoda con nada

- ¿Por qué eres tan linda siempre? – soltó una carcajada y empecé a reírme – no, en serio, ¿siempre eres así de atenta?

-Es que siempre quiero que estes cómoda con todo

-Desde hace varias semanas empezamos a tener momentos...- hice un ademan con mi mano – ¿tensos?, y no lo sé, sentí las ganas de besarte –mi mirada bajo a sus labios – aquel día en la casa de la abuela de Sam te dije que podías hacerlo

No puedo creer que este haciendo esta confesión  

-No creí que te referías a eso sinceramente, además muchas veces tuve la oportunidad

- ¿Y qué te detenía?

-No querer incomodarte, eso me detenía – sonreí

-Gracias por ser tan atenta y comprensiva siempre

-Me importas mucho y solo quiero que te sientas bien conmigo

-Estoy bien siempre – sonrió – gracias a ti

-Entonces – me acerco a mi haciendo que su nariz rosara con la mía – ¿Puedo besarte siempre? – su aliento choco contra mis labios

-Si no lo haces ahora, me va dar algo – rio antes de a juntar sus labios con los míos

Sí, podría acostumbrarme a esto.

Las Chicas De La BandaWhere stories live. Discover now