capitulo 7

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Adrien colgó el teléfono contemplando la cena frente de sus ojos atraves de la obscura ventana de su auto, y con rapidez arrancó este mismo para poder huir del lugar.

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—Ella ya no está para mí—susurró Adrien sentado en el frío concreto de la azotea de su edificio.

Kagami lo miró—¿Quien querría seguir insistiendo por una guitarra que en sus manos no toca?—se sentó a su lado y dejó que el silencio los inundara por unos segundos.

—Es que no puedo hacerlo—habló con una voz cortada y desvío su mirada para evitar que ella lo viera así—La he llamado para decirle que quiero hablar, y me ignoró, decidió no venir—habló recordando—Cambió una charla conmigo por un helado con Luka—continuó

—Yo también lo haría. Después de todo se cuántas veces la has hecho llorar, cuántas veces rompiste sus iluciones—suspiró y luego pensó bien las cosas, no sabia que hacer. Si ella fuese Marinette, desde hacía mucho tiempo habría ido por Luka.

—Lo sé, lo sé—se reprochó y luego relajó su interior déjanos salir unas cuantas lágrimas.

—Entonces no vuelvas a apostar por ella si no estás seguro. ¿Por qué no lo haces?, No resulta difícil admitir que amas a alguien—Kagami trató de tocarlo pero no sé atrevió. Parecía que Adrien se fuera a quebrar en cualquier momento.

—Es porque la he visto llorar con tan solo la falta de emoción en mi voz, por ver qué en mi rostro no hay expresión, por pequeñas cosas y no es que no me importe. Imagina que un día decido darle todo, justo como estoy dispuesto, y luego me voy... Kagami, yo ni siquiera estaré aquí mucho tiempo, sabes a qué me refiero—Adrien limpió sus lágrimas y bajo la vista.

—Pero puedes dejarlo, Adrien. ¡Para con esto!. Te quejas de que la vida no te dará más tiempo y tú mismo solo te estás matando—Kagami gritó desesperada, había visto crecer a Adrien y también sabía desde que punto comenzó a consumir drogas.

Adrien no dijo nada, del bolsillo de su saco sacó una bolsita de plástico y la abrió con desesperación, la contempló unos segundos y luego hundió su rostro en ella para inhalar  fuerte. Eso fue como una cuchillada a Kagami, la ignoró.

—Es que yo no puedo parar, ¿Cómo va a querer a un puto drogadicto?. Imagina cuando tengamos una pelea, cuando las cosas no terminen bien, entonces ella volverá a llorar y....

—Entonces hazlo por ella. Si no es por ti entonces por ella, mejora por ella, Adrien, es Marinette, es tu chica—lo miró a los ojos con profundidad mientras que la mirada de Adrien se encontraba completamente perdida.

—Yo no quiero esperar a mejorar por ella, la quiero ahora, porque si no lo hago ella se irá, ella se va a cansar. Podría quedarse conmigo y ayudarme a mejorar, pero también podría apartarse de mi e ir con alguien que realmente la haga sentir bien, alguien que la ame, alguien como Luka—Apenas dijo tratando de no pensar en eso y en la tristeza que le provocaba.

—También podrías ser tú—pauso por unos segundos y respiro hondo—Iré a revisar los papeles, solo piénsalo—Kagami se levantó y luego caminó saliendo de ahí.

Él ya no sabia que hacer. No quería hacerle perder el tiempo a Marinette y no poder darle el tiempo que merece. Que tal y no lograba superar sus adicciones y la dañaba. Que tal y en el mejor punto de ellos, él moría de una vez.

¿Pero y si iba por ella, si iba a rehabilitación?, ¿Pero y si iba y no lo lograba?.

Se quedó sentado metiendo su cabeza entre sus rodillas mientras agarraba su cabeza tratando de entenderse a si mismo.

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Marinette llevó la cuchara a su boca y sonrió grande sintiendo varias veces—Es delicioso—halagó la comida que preparo Luka y siguió comiendo.

Lika solo sonrió y la siguió admirando por un rato largo. Miraba con detalle sus movimientos y la elegancia con la que los hacía; si piel era suave y linda, su cabello era largo y sedoso y tenía un rostro bello: Marinette era una mujer perfecta, perfecta a sus ojos. No podía evitar amarla, no podía evitar sentirse atraído por ella y eso solo significaba que él estaba a merced de Marinette, lo estaba, y había jurado a si mismo que la protegería de cualquier cosa que le dañase sin importar que.

Quería entender si ella sentía por mínimo algo por él, pero cuando la miraba a los ojos, Marinette tenía la misma mirada que lo llenaba de paz y no conseguía descifrarla.

—¿Me seguirás mirando?—Marinette se burló aún que tenía las mejillas rojas y luego apartó el plato de ella—No has comido nada Luka—dijó apuntando a su plato

Luka titubeó unos segundos y se apresuró a comer. Marinette rió fuerte y lo miró de la misma manera que él lo hacía hace unos segundos. Sabía que estaba pensando en ella, así como sabía que Luka la quería.

¿Eso estaba bien, no?
Luka era por demas un chico atractivo, inteligente, tenía dinero, y sobre todo: era un chico amable.

Suspiró ignorando lo que si corazón decía, solo quería pensar, solo pensar.

Solo mía➜+18Where stories live. Discover now