Solo mía➜+18

Capitulo 4

Hola mugres.
Discúlpenme así me gusta llamarlos, o al menos de hoy en adelante.

Gracias y besotes.

Adrien.

Luces borrosas y tan pero tan deslumbrantes.

—Estará bien—Alguien dijo con una voz neutral y tranquila—Si algo llegará a pasar pueden llamarnos. No tardará en despertar.

—Gracias—Una dulce voz. Su dulce voz; Marinette.

¿De verdad era ella?. ¿Había sido un sueño?.
Me sentí mal. Una presión en mi pecho que estrujaba mi corazón. Recordé lo que le hize cuando por fin había logrado comenzar algo con ella. Quisiera que si fuese un sueño, despertar y luego jamás cometer ese jodido error.
¡Malditos celos, malditos celos!
¿Que ocurría?, ¿Por qué me era tan complicado despertar?... Ya quería hacerlo.

El sonido de una puerta cerrandose y unas suaves manos acariciando mi derecha.

—Estará bien Marinette—La voz de Luka resonó dentro de mí cabeza. Siempre tan pasiva—Tiene suerte de que lo hayas encontrado—Habló con la misma tranquilidad y oí como Marinette sollozaba ligeramente.

No llores, no lo vuelvas a hacer pequeña. Prometo que no volverás a llorar jamás y si lo haces; la causa lo pagará. Y si no hay arreglo; yo limpiarle tus lágrimas. Siempre lo haré.

—No se que es lo que paso. Fue tan...—Se quedó callada unos segundos y después eso fue solo silencio.

Cierra los ojos, no es momento de despertar...

Marinette

—Señorita Tsurugi—Saludé con una sonrisa media.

—Marinette—saludo ella y se acercó a mi para comenzar a caminar dentro—¿Cómo está?—me cuestionó tranquila y yo miré la frente. No podía mantener el contacto visual.

—El doctor dijo que el estará bien. Luka lo está cuidando—Le aseguré con una voz tranquila mientras nos acercamos más y más.

—Y—hizo una pausa para detenerse antes de abrir la puerta—¿Que fue lo que lo provocó?, ¿Que sucedió Marinette?—me cuestionó mirándome fijamente a los ojos.
Dude por unos segundos. No sabía cómo hablar de ello y tampoco si era correcto decirle.

—Él..—apreté mis labios tratando de darme un respiro para poder decirlo —Fue a causa de el consumo excesivo de drogas—Sentencie con una voz cortada y triste.
Era una agonía para mí.

Ella se quedó callada por unos segundos y luego asintió con seriedad.
Pensé que lo tomaría un poco más eufórica pero no fue así. Me miró por unos segundos y creo que pudo notar que yo la estaba pasando demaciado mal.

—Tranquila—Me abrazo y yo sentí una punzada en mi pecho. No podría soportar que algo le pasará. No importaba cuanto había vivido con él, malo o bueno.

—Gracias—Susurré mientras limpiaba unas cuantas lágrimas que había dejado escapar. Ella asintió y abrió la puerta.

Adrien seguia dormido, inconsciente.
Quería que despertara para preguntarle cómo estaba , si algo le dolía , que tal se sentía.

Tenía que esperar.

Omnisciente

Marinette seguía pensativa.
Uno no elige como, cuando y de quién se enamora.
Nunca se sabe con que personas te vas a cruzar en tu vida, a cuáles harás parte de ella y cuáles le darán sentido a la misma.

Marinette no podía dejar escapar a la persona que amaba; no de su vida ni de su corazón. Se negaba a aceptar rotundamente que esto se le escapara de las manos porque así lo sentía.