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—¿Quieres que hagamos algo para festejar el fin de tus exámenes?—Hyunjin preguntó mientras iban en el auto.

—¿Algo como qué? No suelo festejar eso—murmuró, tocándose el vientre porque tenía hambre, siempre que terminaba de estudiar le atacaban las ganas de comerse todo lo que hubiera en su camino.

El rubio lo notó y le miró curioso—¿Te duele la panza?

—no, tengo hambre—susurró avergonzado.

—vayamos a comer ¿Hay algún lugar que te guste?—Hyunjin estiró su brazo y colocó la mano sobre su vientre, Felix parpadeó repetidas veces, notando como la mano de su novio se veía tan grande sobre su pancita.

—cualquier cosa está bien.

Hyunjin lo llevó a comer sopa de fideos, quizás porque el día estaba frío hoy, Felix no había demorado en sentir el cambio de temperatura, no podía creer que el verano ya había acabado.

Otoño estaba bien, pero el pasar del tiempo le preocupaba.

Las cosas todavía no se acomodaban en su familia y su hermano y padre seguían en el exterior. 

—¿Por qué estás tan distraído?—el rubiecito preguntó.

Felix levantó la mirada de su plato y se encontró con los ojos oscuros de Hyunjin mirándolo fijamente—estaba pensando en mi hermano, me preguntaba cómo estaba.

—¿No puedes llamarlo?

Las mejillas del chico de cabellos oscuros se ruborizaron—no es eso, uhm, nunca le llamo primero y es muy sobre protector, podría pensar que no estoy bien.

Hyunjin tarareó, no conocía al hermano mayor de Felix, pero la casa estaba llena de fotos de él, se veía grande e intimidante.

Después de almorzar, Felix le pidió ir a casa, estaba cansado por los exámenes y solo quería acostarse un rato, Hyunjin iba a dejarlo e irse, no quería agobiarlo aunque deseaba pasar las veinticuatro horas del día con él, sin embargo, su novio lindo le preguntó si quería entrar y Hyunjin nunca diría que no.

—pero voy a dormir así que no te pongas pesado—murmuró Felix mientras subían las escaleras.

—entendido, de todos modos puedo ir al baño a masturbarme, no te molestaré, lo juro—el rubio juntó sus manos y Felix rodó los ojos, haciéndolo entrar primero.

—en serio, Hyunjin, deberíamos ir al médico—dijo, quitándose la ropa para ponerse un pijama.

—¿Por qué?—Hyunjin también se quitó la ropa, había dejado en la casa de su novio un cambio.

—porque todo el día te estás masturbando ¿Eso está bien?—el chico de pequitas cerró las cortinas y se acostó de inmediato.

—es tu culpa—respondió, apagó la luz y rápidamente se coló detrás de Felix, abrazándolo y acurrucándose contra su esbelto cuerpo.

—te vas a quedar seco.

La risita de Hyunjin se escuchó alta, Felix solo se ruborizó, no demoró en quedarse dormido y aunque Hyunjin no tenía sueño ni estaba cansado, de solo acurrucarse con su novio esponjoncito no pudo evitar dormirse también.

Durmieron hasta el atardecer cuando la puerta de la habitación fue tocada, Hyunjin se despertó perezoso mientras que Felix ya se estaba incorporando.

—¿Mamá? ¿Sucede algo?

—no es nada, amor, pero Johnny está al teléfono y quiere hablar contigo ¿Puedes venir?

Cuando Felix se levantó y se fue primero, Hyunjin se despertó por completo, se quedó en la oscuridad del cuarto y en la cama solo, se mantuvo viendo a la puerta para verlo regresar.

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