capitulo 35

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Amelia tenía más o menos un mes viviendo nuevamente con su padres, y no era que su suegra la hubiera corrido de casa, al menos no de manera directa, pero tan solo habían pasado dos días después del funeral y la chica había decidido salirse por su cuenta de ese lugar, las malas caras de la anciana le  hacían recordar a Julien, claro pues Julien había sacado el rostro a su madre, el parecido era igual, incluso la nefasta actitud. Simplemente no pudo soportarlo más y decidió regresar a casa de sus padres, así la gente no la juzgaria, después de todo era viuda y podría irse con sus padres si quisiera

Había empacado sus cosas y se había despedido de cada lacayo en la casa de los Relish, aunque claro, la que más le había dolido era Juliet, su dama de compañía, a la que muy probablemente jamás volvería a ver y eso le dolía pues se había convertido en su única amiga desde el día en que se casó

La madre de Amelia parecía atonlondrada pero solo era una simple apariencia, sabía muy bien que en cuanto su hija pusiera un pie en su casa todo greenwich comenzaría hacer preguntas, claro que fue inteligente y cuando se encontró en la boneteria y la gente comenzó hacer preguntas sobre Amelia, la mujer de mediana edad simplemente respondió "mi hija sentía una gran depresión en esa casa, todo le recordaba a su querido y difunto esposo, no podía soportar más estar ahí sin él" afortunadamente la gente se lo creyó completamente y consolaban a la pobre Amelia, que realmente estaba triste, pero no por Julien

-¿Donde estará tu padre?- pregunto la mujer de mediana edad mientras lanzaba el alimento de su canasta a las gallinas en su corral

-no lo sé- respondió la rubia alsando ambos hombres de manera desinteresada mientras recogía los huevos de las gallinas y los colocaba en un canasto

Hasta ahora no había sabido nada del duque de Hastings, no había mandado ni una sola carta y estaba segura que la alta sociedad sabía perfectamente que ella ya no vivía en la casa de los Relish, lady Whistledown no había publicado absolutamente nada sobre ella o su difunto marido pero había visto a lady Featherington junto a una de sus hijas afuera de su casa mientras ella pasaba dentro del carruaje y todas sus cosas en este, era obvio que ya lo sabían

-¡Ya estoy en casa!- la voz de su padre resonó por la puerta que daba a los corrales

Su mujer muy felizmente dejo el canasto de comida y se apresuró a caminar hacia su marido para recibirlo con una sonrisa alegre

Amelia tomo el último huevo de los ponederos de madera vieja y se apresuró  a entrar a casa directo a la cocina sin decir mucho a su padre. Claro, porque desde que habia regresado a casa su padre no dejaba de verla de manera decepcionante, y ella simplemente lo ignoraba

-la cena ya está lista solo te estábamos esperando- exclamó su madre mientras se metía directo a la cocina

Amelia soltó un suspiro pues claramente no quería cenar, no porque no tuviera hambre si no porque era el momento en el su padre solía siempre reclamarle algo

La rutina de ir a quitarse el delantal, lavarse las manos, ayudar a su madre a poner y servir la mesa para terminar sentándose en la mesa vieja de madera con un ligero silencio hasta que su padre se le ocurría hablar era desgastante

-¿Y que piensas hacer?- como siempre la voz de Patrick, su padre le crespo los nervios

-no se que hablas- respondió desinteresadamente

-has pensado en volver a casart...

-claro que no- exclamó enojada estaba vez -acabo de enviudar- está vez volteo a ver a su padre con una mirada llena de furia -pero veo que comienzo a estorbar

-no digas eso- dijo su madre

-hija...- soltó un breve suspiro -no lo digo por eso, pero me preocupa tu futuro, algún día tu madre y yo moriremos y no tendrás nada-

Amelia tragó saliva un tanto desconcertada pues sabía que tenía razón, no había tenido descendencia Relish que le pudiera asegurar un futuro en esa casa, a su dinero y a su protección, al ser viuda ya no tendría suficientes pretendientes, al menos no buenos

-cuando mueran mi hermano se hará cargo de mi- dijo no muy convencida pues ciertamente esa idea le parecía mala, no quería depender de lo que ganará su hermano, que no era mucho, y esperaba morir primero que él para no volver a preocuparse de su futuro

-no puedes simplemente...

-¡No tengo otra opción!- also su voz con enojo -no pienso volver a casarme con el primer imbécil que se me cruce enfrente para no ser una carga solo porque tú te gastaste todo en apuestas y bebida-

La mesa se quedó en silencio un breve momento, ninguno de los tres soltó una palabra, no sabían exactamente que decir, sobre todo su padre, que sabía que tenía razón, todo empezó porque el tuvo que mandarla con los Bridgerton y en realidad esperaba que se casara con alguno de los tres hijos, nunca espero que se terminará casando con un sujeto tan horrible y detestable como Julien Relish

-no puedes venir a esperar a que me case de nuevo tan pronto- suponia que se refería al echo de que aún era joven

-¿Y que tal el duque?- pregunto Eunice, su madre 

-¿¡Que!?- grito Patrick con enojo -¿¡Estás loca!? Ese hombre no se tomó en serio a nuestra hija-

-porque era casada- respondio la mujer -ahora que está viuda quizá

-¡No!- exclamó furiosa Amelia -yo solo quería tener una cena normal- coloco una mano sobre su cabeza

Y antes de que si quiera alguien más quisiera seguir la conversación, alguien llamo a la puerta principal de la casa

-¿Esperan a alguien?- pregunto el padre

Ambas mujeres negaron con la cabeza esperando que no fuera otra vecina queriendo asomar su nariz para ver Amelia como era de costumbre esas últimas semanas

-ire yo, de todos modos se me ha quitado el apetito- la rubia rodo sus ojos con fastidio y camino hasta la entrada para poder abrir la puerta, para tan solo encontrarse con un lacayo de la alta sociedad con un carruaje que desconocía detrás suyo

-disculpe que la moleste- se disculpo el muchacho -Lady Danbury le envía está invitación y espera que asista con gusto- sonrió amablemente mientras le entragaba una carta y se marchaba en el mismo carruaje

Amelia se quedó algo sorprendida ya que las únicas cartas que había recibido era de los Bridgerton, y al menos de Violet, Anthony y Eloise si había recibido. Y una que otra de Juliet, quien claramente no podía mandar a algún lacayo especialmente solo para entregar una carta y tenía que esperar a que el comerciante de patatas de Greenwich fuera al mercado de Londres y le hiciera el favor de entregar su carta.
Aunque su padre claro esperaba que una de esas cartas se convirtiera en una propuesta de matrimonio por parte de Anthony pero ambos sabían que eso jamás pasaría. Incluso recibía cartas de Daphne, siempre preocupándose y preguntando si ocupaba algo se lo hiciera saber, claro que no quería molestar a nueva princesa

Sin embargo, en la carta que Lady Danbury le acababa de mandar solo había unas cuantas palabras invitandola el día de mañana a la hora del té dónde había más mujeres de la alta sociedad, claro una de sus famosas reuniones de solo mujeres, aunque era raro ya que ella prácticamente ya no pertenecía a la alta sociedad, aún así, podría ver posiblemente a Violet Bridgerton tanto ella como Lady Danbury eran viudas y quizá podrían decirle que hacer, aunque claro, ellas si habían tenido hijos

La mujer cerró la puerta y aunque realmente lo pensó sabiendo que quiza su padre no le parecería agradable la idea, de todos modos, iría.

Prohibided {Bridgerton - Simón Basset} Where stories live. Discover now