Una joven casada sin amor con un terrible barón en un tiempo donde el divorcio no existía y el adulterio era un crimen, conoce a Simón Basset, un enigmático joven Duque que repudia el matrimonio y prefiere las cosas informales
Se encontrarán envuel...
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The Plan
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La mujer había visto entrar a Daphne a los enormes jardines que había alrededor. Al dichoso "paseo oscuro" seguramente necesitaba estar sola, pero no se le hacía prudente dejarla ir a un lugar con tan mala reputación sin un chaperon alrededor y tal parece que Anthony se había quedado boquiabierto con su respuesta
Realmente odiaba tener que seguir lidiando con él después de tantos años y sabiendo que ahora estaba con cierta soprano que se presentaba todas las noches en el teatro. Estaba cansada de él. En realidad estaba cansada de la mayoría de los hombres a su alrededor
Cruzó unos enormes arcos cubiertos de frondosos arbustos, era un laberinto ahí dentro pero sabía que podría encontrar a su amiga con facilidad
—Daphne... — susurro levemente para no querer interrumpir alguna pareja que estuviera por los alrededores y tener que observar alguna escena incomoda —Daphne... — repitió entrando a una especie de jardín con una estatua en medio de éste, pero sólo pudo distinguir dos cuerpos que se besaban apasionadamente y no pudo evitar sonrojarse al tener el rostro de Anthony en su mente y estar viendo la escena de un par de desconocidos. Como si un recuerdo se le hubiera cruzado en la mente
Salió rápidamente del lugar girando todo su cuerpo hasta que sintió como chocó contra otra persona a su espalda provocando que resbalara y casi cayera de cara al suelo, si no hubiera sido por la persona que se encontraba a su espalda alcanzando a sostenerla de su cintura con sus brazos para evitar que cayera completamente
un escalofrío se asomo en ambas personas al sentir como las yemas de los dedos del hombre tocaron accidentalmente la parte del brazo de Amelia que tenía sin cubrir con sus largos guantes. Era un escalofrío agradable y peligroso
—disculpe... — volteo rápidamente nerviosa solo para encontrarse con los ojos marrones y mirada intensa que le estaba ofreciendo Simón quien también parecía bastante asombrado de verla entrar en el paseo oscuro sola
ambos se quedaron atontados viéndose el uno al otro. Quizá era el rose que su piel estaba teniendo, o la posición algo incomoda en la que Simón tenía sujetada a Amelia permitiéndole ver un descarado escote que parecía invitarlo a ver más allá. La tensión crecía cada vez más y el moreno se iba acercando poco a poco a la rubia, incluso podía sentir el látido de su acelerado corazón
"¿que me sucede?" se preguntó Simón al no poderse controlar en apartar la vista de aquella mujer, él era experto en su control y ahora parecía que su cuerpo no le obedecía. "¿deseo? ¡No, claro que no! no por aquella irritante mujer" pensaba
—¡suelteme!— la voz de Daphne los interrumpió haciendo que ambos se apartarán rápidamente para ir corriendo en la dirección de donde venía la voz de la mayor de las Bridgerton
