Chapter thirty-nine.

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Así era, fue un contacto visual corto, pero el suficiente para entender lo que cada uno quería.

Primero debía disimular en caso de que uno de sus amigos siguiera cerca, por lo que fue hasta la entrada del castillo que se mantenía siempre con las puertas abiertas. Se apoyó en el gigantesco marco, cruzada de brazos y contemplando el exterior.

La fina brisa golpeando sus rodillas descubiertas, provocando un leve temblor que recorrió todo su cuerpo, abrazándose un poco más.

Entonces sintió unos pasos acercarse a ella, pronto tuvo la presencia de alguien más.

Aunque escuchaba voces, como si fuera un pequeño grupo de personas, lo que le hizo finalmente girarse en su lugar para ver de qué se trataba.

—Dylan. —su rostro se suavizó cuando el Hufflepuff ocupó su campo de visión.

—Mi Slytherin favorita. —se detuvo junto a ella, con las manos en los bolsillos— ¿Qué haces aquí sola?

Lola dio un vistazo para atrás, viendo que el grupo de amigos de Dylan estaba ahí. Conversaban entre ellos, pero todos le dieron un saludo a mano alzada cuando se percataron de la fina mirada de la rubia.

Los imitó, ahora enfocándose en Dylan.

—Quizás pensaba un poco. —bromeó, volviendo a su posición anterior— No, estoy un poco cansada, por eso me veo tan perdida.

—¿Cansada?

—Tuvimos pociones hoy. —resopló— Podrás hacerte una idea de cómo fue eso, pero si te debo dar un consejo, no hagan pociones de alto nivel si no quieren terminar como mis amigos y yo.

Soltó una risa, peinando su cabello de una forma rápida hasta dejarlo algo revuelto.

—Lo tendré en cuenta, considerando que pociones no es mi especialidad que digamos. —hizo una pausa— ¿No tuviste problemas después de la fiesta?

La rubia frunció el ceño, ladeando la cabeza levemente. —¿Problemas?

—¿Se te olvida que ambos nos escabullimos a altas horas de la noche por el castillo?

Eso le hizo jadear al recordar exactamente esa situación. Por supuesto que se le había olvidado, y si no era por ese recordatorio, estaba más que segura de que habría soltado un comentario que la delataría.

—Ah, eso. —se rascó la nuca— Por suerte nadie me descubrió, así que me fui lo más rápido posible en caso de que McGonagall me pillara en sus recorridos nocturnos.

—Menos mal, pensé que algo había pasado. —comentó, cruzándose de brazos— Como ayer no te vi en ninguna parte, de hecho, no te veía desde el sábado en la noche. Pero me alegra que estés bien, ahora a lo que venía.

Sus últimas palabras le dieron cierta curiosidad, por lo que ahora se enderezó, apoyando la espalda contra la pared, dándose cuenta de la diferencia de altura que existía entre ellos. Lola era alta, pero Dylan le sacaba alrededor de una cabeza.

Un poquito más.

—¿A qué venías?

—A proponerte otra junta. —soltó con una sonrisa ladeada— Siento que podríamos pasar más tiempo juntos, ya sea con nuestros chicos o sin ellos.

Nuestros chicos, eso para Lola sonaba como si sus amigos fueran sus hijos y le causó risa.

—Tienes razón. Me divierto mucho contigo, Hufflepuff. —asintió, dispuesta a aceptar la propuesta— Además, si vamos a ser amigos o mejores amigos, mínimo debemos tener tres o cuatro juntas por semana.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2023 ⏰

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